La ciudad de Rafaela se encuentra sumida en una creciente ola de inseguridad por los robos, y la reciente noticia sobre la posible clausura de la Escuela de Policía ha añadido un elemento adicional de preocupación entre los ciudadanos. Si bien es cierto que las políticas de seguridad son competencia de la provincia,  este panorama desafiante plantea interrogantes sobre las políticas de seguridad implementadas por el gobierno de Leo Viotti.

Desde que surgió la versión sobre la posible transformación de la Escuela de Policía de Rafaela en una institución de especialidades, la incertidumbre y la preocupación han ido en aumento. Este cambio significaría dejar de formar nuevos uniformados y enfocarse en capacitar al personal en funciones, una decisión que ha generado diversas opiniones en la comunidad.

La inauguración de la Escuela de Policía en junio de 2022 fue anunciada por el entonces gobernador Omar Perotti. Sin embargo, apenas un año y medio después, la nueva gestión evalúa seriamente su cierre o transformación, lo que ha llevado al Senador provincial Alcides Calvo y a concejales opositores a expresar su preocupación y solicitar la continuidad de la institución.

Mientras la discusión sobre el futuro de la Escuela de Policía se desarrolla, la inseguridad en Rafaela sigue en aumento. La falta de políticas concretas de prevención, sumada a la saturación de ciertos espacios, ha llevado a un incremento de los delitos en diversos barrios de la ciudad.

El intendente Leo Viotti ha reconocido la gravedad de la situación y ha buscado la intervención de las fuerzas federales para abordar la problemática, manifestando que se necesita «un compromiso muy fuerte de todos los eslabones, porque no hay recursos que alcancen”. No obstante, ante el posible cierre de un valioso espacio de formación, la inquietud persiste entre los ciudadanos, quienes expresan su cansancio frente a la falta de detenciones y la presencia de delincuentes que actúan con impunidad y libertad.

El gobierno local enfrenta el desafío de gestionar una crisis de seguridad que se agrava día a día. La necesidad de políticas efectivas y la continuidad de instituciones clave, como la Escuela de Policía, son puntos cruciales para restablecer la confianza de la comunidad en las autoridades locales.