En respuesta a la inacción del gobierno nacional en torno a los reclamos del sector docente y no docente de las universidades nacionales, este jueves 26 de septiembre se llevará adelante un paro nacional en reclamo de un mayor presupuesto universitario y la recomposición de los salarios docentes, que actualmente la mayoría está por debajo de la linea de pobreza.

El paro nacional anunciado con anticipación para este jueves 26 de septiembre contará con la adhesión de la Universidad Nacional de Rafaela y la Universidad Tecnológica Nacional.
El mismo es consecuencia de la baja predisposición de la gestión nacional, liderada por Javier Milei y Sandra Petovello, en torno a las mejoras salariales necesarias para acompañar la pérdida de poder adquisitivo de personal docente y no docente de las universidades nacionales, cuyos salarios, en mayoría, están por debajo de la linea de pobreza.

La consigna del paro responde al posible y anunciado veto de la Ley de Financiamiento Universitario que adelantó el presidente de ultraderecha Javier Milei, con el repetido slogan de que «el déficit cero no se negocia», y dejando de lado la mirada de vital importancia que tiene la formación universitaria argentina en el desarrollo del país.
Los docentes, investigadores y trabajadores de las universidades fueron blanco de Milei desde el primer momento: previo a las elecciones, proponía privatizar las universidades nacionales, en un claro retroceso en materia educativa y de producción de conocimiento, como también de acceso a la educación publica de calidad y gratuita. Con el pasar de los meses, ya en la gestión mileísta, el panorama tomó un rumbo similar al propuesto: el «ahogamiento» de las universidades mediante la licuación y congelación del presupuesto asignado, tanto para funcionamiento operativo, como para el capital humano necesario.

En el plenario que llevaron a cabo representantes de FEDUN (Federación de Docentes Universitarios), se definió un plan de acción que contempla el paro que se llevará adelante el día de mañana, y se adelantó que, «en caso de que se confirme el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, llevar a cabo una concentración frente al Congreso de la Nación, con fecha a confirmar entre el 2 y el 9 de octubre, para repudiar la decisión del veto y exigirle a los legisladores, tanto diputados como senadores, que voten por el rechazo al veto.»

Además, se insta a los gremios a tomar partido en las acciones, invitando a que «todos los gremios de base hablen con las autoridades de sus respectivas universidades para solicitar reuniones con los diputados representantes de cada provincia para pedirles el acompañamiento a la Ley de Financiamiento Universitario.»

Además, se alertó sobre la falta de financiamiento para las universidades públicas en el presupuesto presentado por el presidente Javier Milei para el año 2025, que no contempla ningún incremento de los gastos de funcionamiento, de ciencia y técnica, de las becas estudiantiles, ni de los salarios para trabajadores universitarios, docentes y no docentes.

Recordando el cachetazo social que tuvo Javier Milei en torno a su primer intento de ir contra las universidades públicas, también adelantaron una movilización similar para los primeros días de octubre: «Es importante remarcar también que el artículo 27 plantea el incumplimiento de la Ley de Financiamiento Educativo, que determinaba un 6% del PBI como inversión mínima en educación, y que en el discurso de Milei del domingo en el Congreso, se plantea que el estado sólo debe ocuparse de la macroeconomía y de la seguridad, con lo cual, lamentablemente, para nuestro presidente la educación en general, y el sistema universitario en particular, no es algo de lo que debe encargarse el estado. Algo en lo que, como pudo verse en la marcha del 23 de abril, el pueblo no coincide. Los argentinos y las argentinas defienden a la universidad pública como principal mecanismo de ascenso social individual y colectivo.