Tecnología nuclear: apuntan a nicho exportador millonario y de alto valor agregado

Argentina es uno de los pocos países de Latinoamérica que exporta tecnología nuclear como reactores. El cambio climático significa una oportunidad para la expansión de la energía nuclear. El caso Invap, empresa estatal rentable y exportadora.

El Gobierno busca potenciar las exportaciones de la tecnología nuclear, un nicho millonario, de alto valor agregado y en expansión a nivel global, debido al rol que tendrá la energía nuclear por el cambio climático. Esa es la conclusión a la que llegaron los mayores exponentes del sector en Argentina, en diálogo con Ámbito.

Adriana Serquis, presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), explicó que actualmente Argentina exporta reactores de investigación, insumos como radioisótopos, componentes nucleares calificados, entre otros, y se encamina a vender al exterior agua pesada para energía nuclear. Las exportaciones se hacen a países como China, India, Egipto, Australia y Países Bajos.

Ante la consulta de si este tipo de exportaciones podrían crecer, Serquis se mostró optimista. Por un lado, se refirió al reactor multipropósito RA10, que podría expandir por 10 la capacidad de generación de radioisótopos, y cuya construcción podría finalizarse en un año. Ya hay negociaciones con Brasil para la exportación. Además, en 2024 estiman que volverá a operar la planta de agua pesada, que tiene fines nucleares y médicos, que despertó interés de China, Corea del Sur y Canadá.

La transición energética marca una oportunidad para este sector: “El mundo se mueve rápidamente hacia expandir el uso de la energía nuclear para poder mitigar los efectos del cambio climático”, afirmó Serquis. “Los compradores son los países más que las empresas privadas, interesados en sumarse a la descarbonización de su matriz energética”, agregó la doctora en física.

La oportunidad que abre el proyecto Carem

Sin embargo, la oportunidad más grande que observa el sector es la de poder vender al exterior el proyecto Carem, un reactor modular pequeño, capaz de producir energía. “Habrá 70 proyectos en todo el mundo, y muy pocos tan avanzados como el argentino. Si podemos finalizarlo antes de 2028 vamos a contar con una ventaja competitiva enorme”, reveló Serquis. La construcción del reactor se encuentra en un 63%, y la obra civil en 75%.

En la misma línea, quien resaltó esta oportunidad fue nada más y nada menos que Rafael Grossi, el argentino que dirige el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), clave por su rol para inspeccionar el buen uso de la energía nuclear en el mundo. Tomó un protagonismo central durante la guerra entre Rusia y Ucrania, para evitar que las centrales nucleares de Ucrania fueran un blanco de Rusia. Este mes, fue invitado a participar de la conferencia empresaria del IAEF, donde participó Ámbito. Allí resaltó el rol del país en la energía nuclear, al asegurar que solo la generan en Latinoamérica tres países: Argentina, Brasil y México. Mencionó la importancia del “círculo virtuoso de la continuidad” entre gobiernos, y habló puntualmente del Carem.

Hay un fuerte interés en los reactores pequeños y modulares, que son más flexibles, y Argentina es uno de los pocos países que lo está desarrollando, lo pueden ver en Zárate, donde está Atucha. Para que tomen dimensión, Bill Gates tiene una empresa que está tratando de hacer uno. Me da mucho orgullo cuando en las convenciones internacionales escucho hablar del Carem, aunque no lo puedo expresar porque soy un funcionario internacional. Si Argentina lo pone en marcha, va a tener muchos clientes interesados”, reveló ante los ejecutivos de finanzas. “Que yo sea el director del OIEA es expresión de un país que tiene una voz en un sector de alto nivel tecnológico”, agregó.

Un caso interesante es el de Invap, la empresa estatal ubicada en Bariloche que exporta radares, satélites y reactores. En diálogo con Ámbito, Vicente Campenni, CEO de Invap, reveló que en la última década tuvieron exportaciones por u$s 500 millones, lo que representaba el 20% de su facturación total, pero que por los proyectos firmados hacia adelante, las exportaciones pasarán a representar el 50% su facturación total. El proyecto más importante que tienen en la actualidad es con Holanda, por u$s 300 millones, dado que ganaron una licitación para ser los contratistas principales del núcleo del reactor que realizan en los Países Bajos.

“Invap es una empresa del Estado que vive de lo que vende. Salir a exportar es también una manera de garantizar la continuidad de los proyectos. Pero es la asociación con proyectos nacionales y el mercado interno es lo que nos da la vidriera para mostrar que es posible”, afirmó Campenni. De hecho, fue en los años noventa, con la reducción del programa nuclear argentino, donde se potenciaron las exportaciones.

En el caso de Nucleoeléctrica, la empresa estatal responsable de operar y construir las tres centrales nucleares que hay en Argentina, contaron que exportan servicios, ante la creciente necesidad de “profesionales altamente calificados”. Actualmente, preparan una misión para participar del servicio de inspección de generadores de centrales nucleares en Brasil y Canadá. “La energía nuclear recupera un protagonismo que nunca debería haber perdido”, destacó Isidro Baschar, director de Nucleoeléctrica. Como referencia, mencionó el caso de Canadá, que para cumplir sus objetivos de emisión cero de dióxido de carbono, tiene previsto incorporar 17.800 MW de generación proveniente de la energía nuclear.

Pros y contras

El último anuncio sobre exportaciones que realizó la secretaria de Energía, Flavia Royón, fue la venta que se hizo de tubos sin costura a Canadá, por u$s 8 millones, la semana pasada. Se usan para reactores nucleares del tipo CANDU, similares a los de la central argentina Embalse. La producción se realiza en una asociación público privada entre la estatal CONUAR (Combustibles Nucleares Argentinos), integrada por la CNEA, y el Grupo Pérez Companc.

Además, este mes también se concretó la primera exportación de componentes nucleares a China. Fueron tapones de blindaje para dos centrales nucleares ubicadas en la provincia china de Zhejiang. Además, el embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, anticipó que la estatal INVAP busca exportar a China radioisótopos, y tiene un proyecto para la provisión de un reactor experimental y una planta de radioisótopos.

Ante la consulta de cómo llega Argentina a ser pionero en Latinoamérica en la exportación de esta tecnología, Campenni de Invap resalta el “talento argentino” y su sector académico. Sin embargo, hoy una de las mayores debilidades es que el país no puede salir a ofrecer financiación. “Estamos flojos en la parte comercial, ahí tenemos que hacer el despliegue para encontrar socios y que esto pueda llegar a ser un gran negocio para el país”, resumió Serquis.

FB

Fuente: Ámbito Financiero

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