Una de las inversiones privadas que más polémica suscitó en Rafaela en los últimos años fue la puesta en funcionamiento del Crematorio y Cochería Rafaela.

Este emprendimiento, que cuenta con infraestructura de primer nivel, nació como una oferta cercana a todas aquellas familias que toman la decisión de cremar los restos de sus seres queridos, y que hoy tienen que afrontar enormes costos de traslado y servicio en Tacural, a más de 50km de Rafaela.

Este emprendimiento, además ampliar las posibilidades de algo que ya se realiza -y cada vez más- en la región, sería un potencial espacio de creación de empleo genuino.

Mucho se habló de este Crematorio, y el pasado viernes los Concejales dialogaron con representantes del Ejecutivo para conocer detalles de convenio urbanístico: «Los concejales y los funcionarios dialogaron sobre dos convenios urbanísticos(…)uno de ellos, tiene que ver con el crematorio ubicado en la Ruta Provincial 70 al oeste del cruce con la variante Rafaela.», se anunció a la prensa en el comunicado oficial del Concejo, que anunciaba previamente los temas a tratar.

Si bien nada es seguro, estas informaciones permiten proyectar la posibilidad de que se «destrabe» un proyecto que quedó totalmente parado en la administración anterior, que con permisos y habilitaciones en marcha, inusitadamente «cajoneó» el proyecto.

Esta noticia genera expectativas en el grupo inversor privado, mencionando que «esperamos por fin poder empezar a operar y apostar a la generación de trabajo en Rafaela»