Salud mental, trabajo y crisis económica: la perspectiva de un profesional

En una reciente entrevista con el psicólogo Andrés N. Vincenti de Rafaela, realizada por Minuto Rafaela, se exploraron las conexiones entre las dificultades económicas y la salud mental de las personas. Vincenti, con más de una década de experiencia en la práctica clínica, proporcionó su visión matizada de este complejo tema.

Según expresó, su análisis se basa en el ámbito de su alcance profesional: ‘Lo que veo es solo lo que está en la esfera a donde llega mi alcance. Es decir, ese poquito al que yo puedo acceder que es mis pacientes y algunas, las dos o tres empresas a las que yo estoy trabajando y asesorando en materia de recursos humanos’.»

El psicólogo comenzó destacando que la división entre salud mental y física es obsoleta, ya que ambos aspectos están intrínsecamente vinculados. Según él, «las enfermedades tienen un correlato biológico y psicológico a la vez», subrayando la importancia de abordar las dificultades económicas desde una perspectiva integral que considere tanto los aspectos emocionales como físicos.

“En este último tiempo me estuvieron llegando casos de personas con, por ejemplo, urticarias o algún tipo de eczema en la piel o personas que tienen dolores de huesos y demás. En realidad lo que estamos viendo es que los síntomas están relacionados tanto lo emocional como lo físico y obviamente el componente de lo laboral y de lo económico está ahí.”

Vincenti contextualizó su análisis en el actual panorama social, donde el estrés derivado de la incertidumbre económica ha incrementado en los últimos años. Recordó el impacto de la cuarentena estricta y cómo la inestabilidad financiera ha generado ansiedad y miedo en la población. Además, señaló el agravamiento de estas tensiones durante períodos electorales y de volatilidad económica, exacerbando aún más las patologías psicológicas y físicas.

“Hay muchísima gente que está sintiéndose mucho más estresada por el contexto. Si nosotros nos retrotraemos a cuatro años atrás, se decretaba cuarentena estricta y estábamos todos adentro. Y desde ahí la gente al principio pensaba “bueno, son vacaciones” pero después dejaron de trabajar. Y lo económico empezó a afectar de alguna manera y empezó a prender los signos de alarma. Muchas personas se reinventaron o revieron la forma en que se vendían. Otras no supieron que hacer. A todos nos obligó en algún punto a querer ser más plásticos, pero muchos no pudieron ser tan plásticos. En el medio teníamos esta situación de que mucha gente se moría o gente que se enfermaba. Entonces, mirar esto de los cuatro años atrás, si vamos en el continuo, tuvimos muy poco tiempo de estar relativamente tranquilos.”

Además con respecto a la situación económica que se está viviendo específicamente en nuestro país, resaltó que el problema más complicado con respecto a la salud mental es la incapacidad de proyectar a futuro. «A nivel contextual, más allá de lo de la pandemia, la inestabilidad que vivimos en la Argentina hace que la gente se vuelva loca porque no tenés posibilidad de proyectar. Esto es una realidad; Argentina es tan volátil que no podemos ni siquiera imaginarnos lo que va a venir. Entonces estamos todo el tiempo como una sensación de estrés permanente, es un miedo. Es algo que nos atraviesa, nos dice: ‘acá hay un peligro, tenemos que atacar este peligro porque a mí se me escapa’. ¿Y cómo se interpreta esto? Se me escapan los dólares, el poder adquisitivo, no voy a poder comer, no voy a poder comprar remedios, no voy a poder salir, no voy a poder hacer lo que en algún momento traté de planear. Los últimos 20 años, yo tengo casi 40, han sido de no poder proyectar porque no sabías qué es lo que iba a pasar acá 5 o 6 años y en el último tiempo cada vez fue peor. No sabías que lo iba a pasar de acá 6 meses. Entonces la sensación es esta, como estar todo el tiempo a la deriva.»

También resalta la contraparte de esta situación, y explica la gran diferencia que hay en la salud mental de lugares más estables. «En los países donde hay estabilidad económica, hay menos patología psiquiátrica. Esto también es un dato real. Cuando la gente que vive en países con inestabilidad económica tiene patología psiquiátrica, se dispara mucho más que cuando vive en un país donde la economía es mucho más estable, donde las reglas de juego son estables. ¿Por qué? Porque hay mucho más orden emocional y menos variables que tener que controlar.»

En cuanto al ámbito laboral, el psicólogo destacó que las preocupaciones laborales son un tema recurrente en la consulta. Hizo hincapié en la importancia del trabajo en la vida adulta, citando a Freud, y señaló que las dificultades en este aspecto pueden desestabilizar la vida de las personas. Según él, «Freud decía que los dos ejes de la vida adulta, lo más importante son amar y trabajar, cuando una persona tiene alguna falencia en alguno de estos dos ejes, empieza a titubear su vida.»

Al abordar la situación de los jóvenes, Vincenti resaltó que si bien todos se ven afectados, estos pueden enfrentar mayores desafíos debido a su menor experiencia en la vida laboral y la dificultad para tolerar la frustración en un mundo caracterizado por la inmediatez y el cambio constante. Según él, «las generaciones más jóvenes tienen más dificultades para tolerar la frustración, producto del avance de las tecnologías, de la inmediatez del streaming. El psicólogo hindú Arun Mansukhani advierte que dependiendo del tiempo de uso, la influencia de las redes sociales en humanos aumenta de dos a tres veces las posibilidades de tener patologías psiquiátricas.» 

Al mismo tiempo, aclara que «Los adultos, como yo, que ya tenemos, como dije, cuarenta, tenemos los caminos trazados, rutas, vamos a decir. Y los jóvenes tienen todavía los caminos por trazar, tienen como pequeños senderos. Entonces, esos caminos hacen que las personas sean más rígidas, porque cuantas más veces los recorremos, más ahorro de energía tenemos, y eso hace que podamos afrontar mejor las situaciones, siempre y cuando no haya variables. Ahora, cuando hay variables, la persona más plástica tiene mucha más capacidad de adaptarse. La persona que tiene los caminos más trazados, la que se adaptó a la regla de juego de los últimos 20 años, hoy por hoy está sufriendo mucho estrés, porque no sabe cómo, o no tiene muy practicado el cambio de rumbo, y tiene que volver a trazar caminos. Entonces, eso le afecta a los dos por igual, pero yo creo que el adulto lo tiene más difícil porque tiene que destruir la autopista y construir una nueva.»

En cuanto a las estrategias para sobrellevar estas dificultades, el psicólogo enfatizó la importancia de vivir en el presente y valorar lo que se tiene.

“Yo pienso que estar en el presente es una cosa sumamente importante, tratar de mirar los datos objetivos y no engancharnos con los opinólogos que tienen que llenar espacio diciendo cosas que muchas veces no se dicen o que se dibujan y que son solo opiniones.

Por otro lado, yo creo que es importante también enfocarse en lo real, en lo que tengo, en mis seres queridos y disfrutar el tiempo. Uno no puede estar todo el tiempo interpretando como peligroso el mundo porque sino se enferma y claramente las cosas pueden ir hacia un rumbo mejor o peor, eso es indistinto en lo económico.  Pero uno si está con su ser querido se puede sentir bien y también por suerte argentina es un país sumamente generoso en prácticamente todos los órdenes.”

Aconsejó buscar ayuda profesional cuando sea necesario, recordando que las crisis son procesos temporales que eventualmente se superan. Como expresó, «hay que entender que en algún momento hay que pedir ayuda si la cosa sobrepasa y está bien hacerlo. Así que bueno, esa es quizá la estrategia más importante a tener en cuenta porque quizás uno le pone voluntad y con la voluntad quizás no alcanza.»

En última instancia, Vincenti expresó su deseo de que la sociedad pueda encontrar un camino hacia una mejoría generalizada, desde el ámbito económico hasta el bienestar emocional y la salud. Con un tono optimista, instó a mantener la esperanza y buscar apoyo mutuo en tiempos difíciles. Como concluyó, «No desconozco que hay gente que la esta pasando realmente mal, pero soy una persona muy optimista y mi deseo es que salga todo bien. Que nosotros podamos encontrar un camino de estar mejor porque creo que nos merecemos estar mejor desde el punto de vista económico, desde el punto de vista laboral, desde el punto de vista de la salud.»

 

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