En la mañana de hoy, el gobierno de Santa Fe, conferencia de prensa mediante, explicó la situación actual en la que se encuentra la provincia luego del «apriete» de Nación como muestra del enojo de Milei luego de que la Ley Omnibus caiga en el Congreso.

En un encuentro llevado adelante por la secretaria de Transporte y Logística de la provincia, Renata Ghilotti, junto con la subsecretaria del área, Mónica Alvarado, se dieró a conocer la situación del transporte público en Santa Fe frente al anuncio de Nación de eliminar los subsidios al transporte del interior del país y sostener los del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

Los datos son abrumadores, y en concreto Nación se queda con el 87% de los recursos que se generan en la provincia de Santa Fe, solamente teniendo en cuenta el AIC (Aportes por impuesto al combustible) y el recorte del Fondo Compensador del Transporte.

Ese dinero de los santafesino es usufructuado como «caja política» por el gobierno de Javier Milei, ya que más de la mitad derivan a fondos sin destinos específicos que quedan en el gobierno Nacional, por un total de más de 2mil millones de pesos. Lo que hace pocos dias señalaban, al referirse a los fondos fiduciaros, como una práctica poco transparente, y llegaron a mencionar mediáticamente como «la caja negra de la política», es lo que llevan adelante desde el gobierno Nacional, con un saqueo de recursos a los santafesinos descomunal.

Antes y después

Si bien en enojo de Milei y el capricho de su equipo técnico de llevar adelante políticas histriónicas e «intempestivas», como catalogaron desde provincia, es algo que agrava la situación, el cuadro general ya era desigual.

En enero, Nación se quedó con más de la mitad de los recursos generados por la provincia, y cabe aclarar nuevamente, SOLO de lo referido a los Aportes por Impuestos al Combustible.

“Hay que recordar que estas asignaciones específicas están fijadas por ley, que no fue modificada, dijo Alvarado(subsec. Transporte), y se preguntó “a qué sistema de transporte irán esos fondos si no es al interior”.

Nación profundiza la desigualdad

Y esto, lejos de ser una frase cliché, es una realidad. En principio, porque desde la provincia se financian los valores de transporte de AMBA, algo que históricamente es una deuda con Santa Fe; pero además, esta idea de «subsidiar la demanda» que plantea el gobierno de Milei, y que se ejecutaría mediante las famosas tarjetas SUBE, sigue siendo una mirada teñida de centralismo porteño y desconocimiento de la realidad del interior de la provincia: en Santa Fe, de las 46 empresas de transporte de jurisdicción provincial (que prestan servicios urbanos provinciales o interurbanos), 7 tienen SUBE.
Estas epresentan el 49,3% del total de los servicios de la provincia y alcanza al 72,9% de la totalidad de los pasajeros, es decir que el 27,1% de ellos no tiene acceso a la SUBE. Un 30% de pasajeros que utilizan el transporte público a diario, no están en el radar de «subsidio a la demanda» del esquema de Nación.

Al respeto,la secretaria de Transporte y Logística de la provincia, Renata Ghilotti, mencionó que “hace más de un año hay cinco líneas de tres empresas que ya pidieron la incorporación de la tecnología, pero por decisión del gobierno nacional y por una cuestión técnica esas tiqueteras no llegan”. Y fue tajante al referirse que más de la mitad de los santafesinos vive en el interior, “dónde Nación no avanza en la implementación del sistema, lo que también profundiza la desigualdad”

En definitiva, enojarse, «apretar» con amenazas y ahogo financiero, y hacer caprichos con la plata de los demás, parece ser una tarea más facil que gobernar.