Ola de ataques criminales en Brasil

Los ataques fueron presuntamente planeados desde el interior de las prisiones como protesta por las condiciones de vida y el endurecimiento de las medidas de control en esas instituciones.
Unas 28 ciudades del estado de Rio Grande do Norte, en el noreste de Brasil, registraron desde la madrugada del martes 15 una serie de ataques orquestados por un grupo criminal, con incendios y disparos contra oficinas públicas, comercios y vehículos. Los ataques se llevaron a cabo en casi 30 ciudades, entre ellas Natal y la famosa Playa de Pipa, mientras uno de los líderes de la banda, apodado «El Argentino», murió al tirotearse con la policía en su huida..
Los ataques, que presuntamente fueron planeados desde el interior de las prisiones, como protesta por las condiciones de vida y el endurecimiento de las medidas de control en esas instituciones, comenzaron la madrugada del martes en 19 ciudades y, pese al fortalecimiento de la seguridad, se expandieron desde este miércoles a un total de 29. Las imágenes difundidas por redes sociales y medios locales mostraron autobuses, camiones y otros automóviles en llamas, y patrullas policiales con orificios de balas.
Uno de los fallecidos es José Wilson da Silva Filho, alias «El Argentino», de 29 años y jefe de la mayor facción criminal de Rio Grande do Norte, quien murió este miércoles al enfrentarse con policías cuando intentaban detenerlo.
El Argentino, apodo que ganó por usar la camiseta de la selección tricampeona del mundo en Qatar, recibió las órdenes de comandar la ola de violencia por parte de alias Alicate, el capo narco del Sindicato del Crimen detenido en la cárcel de Alcaluz, en Rio Grande do Norte y es «responsable de financiar y distribuir armas para el grupo que realizó los ataques», indicó la policía.
Alicate fundó en 2013 el Sindicato del Crimen como una banda contraria al todopoderoso Primer Comando de la Capital (PCC), la mayor organización narco de Brasil, y fue transferido en las últimas horas a un penal federal de máxima seguridad como parte de la represión a la ola de violencia.

Fuente: Perfil

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