Contra todos los pronósticos, con una economía vapuleada por la inflación, con industrias nacionales que tiene problemas para producir debido a la falta de insumos importados y las imposibilidades de pagos a los proveedores extranjeros, la sequia del sector agro y los salarios con un poder adquisitivo cada vez menor frente a la remarcación constante de los formadores de precios, MASSA se impuso como el candidato más elegido en las elecciónes a presidente. 

Claro está que habrá balotaje, pero no hay que perder de vista que Sergio Massa mejoró 15 puntos su performance, dando vuelta la elección y «comiendosé» a Patricia Bullrich, la candidata del partido Cambiemos, y superando a Milei que había sido el mas votado en las PASO. 

Todo indicaría que de alguna manera, Sergio Massa pudo capitalizar su personalidad ambigua y dialoguista, proponiendose como un candidato dispuesto a negociar y afirmando en cada nota pública que la grieta, para el, no existía más. Un Massa que busca un gobierno de unidad nacional teniendo en cuenta a los mejores de cada fuerza, liderados por el candidato del Partido Justicialista; y ya sin figuras de peso y magnetismo como CFK dentro de la fórmula.

Milei, que parece que tocó su techo del 29%, sumó apenas 500mil votos más con respecto a las PASO. Con el resultado puesto, el representante de La Libertad Avanza ya salió a pedir el voto «de la casta», cuando se presentó con un discurso escrito donde menciona 14 veces la palabra «Juntos» y de la cual es imposible olvidar la célebre frase de «Los que queremos un Cambio, tenemos que estar Juntos, los puentes están abiertos», en un claro pedido desaforado de captar el voto de la casta a la cual le declaró la guerra, y al partido que criticó abiertamente y catalogó como «Juntos por el Cargo».
Será interesante observar cómo se mueve el votante mas duro de Milei con este discurso diluido y rebajado para caer bien a los votantes cautivos, ya alejado de su escencia en donde se mostraba con una motosierra y repartiendo dolares falsos arriba de una camioneta. ¿El votante de Milei querrá ser parte de más de lo mismo, está dispuesto a transar con lo que criticó hasta ayer domingo? ¿El votande de Milei se encuentra representado cuando su lider busca cerrar alianzas con «la casta»? y más interesante, ¿el votante cambiemista-radicales y pro-, transferirán su voto hacia Milei?

Por parte de Patricia Bullrich, es la representación más clara de una implosión de Cambiemos, que no supo dirimir diferencias, que no supo mostrarse como una opción sensata y fuerte para el electorado, y que llevó la disputa de «halcones y palomas» a un plano totalmente adverso para ellos. «Cambiemos seguirá trabajando desde donde tengamos que estar», dice Patricia, la gran derrotada de estas elecciones. Y si bien esto puede ser así, con una cantidad interesante de gobernadores e intendentes por todo el país y con representaciones fuertes en las cámaras, lo cierto es que ahora empieza a jugar otro partido la fuerza que le dio territorialidad al PRO; y es el radicalismo.

Hoy el radicalismo está mas fuerte que nunca en los último 40 años de democracia, desde Alfonsín hasta hoy. Tiene territorio, tiene militantes, tiene gobernadores, intendentes y la presencia fuerte de Cambiemos en las cámaras, le pertenece. ¿Será el fin de la alianza Cambiemista y el inicio de una nueva era radical, pura? La cintura política y la experiencia en gestión que tienen los radicales, uno de los partidos fundacional de Argentina, encuentra su correlato en la presencia fuerte de figuras propias y en la muy mala performance a nivel nación de la candidata del PRO, Patricia Bullrich, que empeoró su eleccion PASO quedando fuera del balotaje.

Será un juego de ajedrez de aqui a noviembre, en donde lo que se pone en juego es, nada mas y nada menos, que el futuro de todos los argentinos.