Lejos de aquel Milei disruptivo que supo convencer a un electorado jóven, desencantado con la democracia y con una lógica regida por la utilidad económica, hoy, post elecciones generales, el electorado del candidato libertario se encuentran completamente traicionados y, por su puesto, en una disyuntiva que tendrán que analizar friamente a la hora de ir al balotaje.

En el mediodia de este miercoles, el ex leon, ahora devenido mas que nunca en «gatito mimoso» -como lo supo llamar la candidata Miriam Bregman- ronroneó y «rosqueó» con el PRO, y su candidata, Patricia Bullrich, apoyó formal y públicamente la candidatura del candidato libertario (en lo económico) y conservador en lo social.

Las consecuencias están a la vista: El socialismo expresó publicamente que no acompaña a Milei, La Libertad Avanza Entre Rios rompió con el partido y formará un bloque propio, y los radicales que forman parte de JxC deberán elegir que tipo de señales le van a dar a su electorado.

Lejos de aquel lider libertario que se enfrentó contra Patricia Bullrich acusándola de «montonera tirabombas» (situacion por la cual tiene un proceso judicial por parte de Patricia) y hablando de «Juntos por el Cargo» y «la casta» cuando se refería a Cambiemos, esta nueva versión de Milei deja a muchos votantes con un sabor semiamargo, al demostrarles que en realidad, fuera del márketing electoral, Milei no es más que lo mismo que venía a combatir.

Seguramente este es un tema que dará que hablar en los próximos días, pero algo queda claro: El gatito está mas mimoso que nunca, al extremo de ofrecerle puestos a los «zurdos» que tanto insultó con fervor durante toda la campaña.