La mujer fue apresada apenas arribó al país y tras pasar cuatro horas con el juez Federico Villena fue trasladada por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) a su lugar de detención.

La azafata de Aerolíneas Argentinas que fue detenida por ser la presunta autora de una llamada que concluyó en amenaza de bomba en un vuelo de la compañía del domingo 21, con destino a Miami, se negó hoy a declarar y fue trasladada nuevamente a Ezeiza.

El avión demorado más de 7 horas tras la comunicación sobre la supuesta colocación de una bomba, lo que generó complicaciones a los 270 pasajeros que viajaban en la aeronave.

La mujer fue apresada al arribar al país y está acusada de ser la autora del llamado que recibieron el comandante a bordo en su teléfono celular personal y otros integrantes de la empresa. Durante esta mañana fue indagada por el juez Federico Villena, y tras casi cuatro horas fue llevada por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) a su lugar de detención.

Ahora, está a la espera de la decisión del juez respecto al pedido de su abogado para que sea liberada porque los delitos que cometió son excarcelables. Sin embargo, su situación es «muy comprometida» y afrontará varios cargos penales y económicos, debido a los perjuicios ocasionados que economicante alcanzaron el millón de dólares.

«Hay elementos de prueba suficientes» contra la mujer a quien se acusa de «coacción agravada al piloto» por «referencias a su familia», luego de haber intentado «hacer pasar la amenaza como una interna sindical», indicaron las fuentes judiciales a Télam.

Asimsimo, los delitos de «intimidación pública y entorpecimiento de los servicios públicos (art. 211 y 194 del Código Penal, respectivamente) son faltas graves, por ende, de comprobarse la acusación y el delito, la empresa sancionará a la persona investigada de forma proporcional a la gravedad del hecho».