Joaquina Correa decidió presentarse en un casting que se alinea con lo que le gusta, tiene 23 años y hace cuatro empezó su camino de transición para verse y sentirse mejor. Representa al colectivo trans de Rufino y quiere demostrarle al mundo todo lo que es capaz de hacer. Hizo un video para el casting, busca trabajo y lucha por sus derechos y los de las que vienen detrás.

«Me llamo Joaquina correa, nací en Rufino y me gusta mucho estar en contacto con la naturaleza. Viéndola, tocando la tierra o plantando, pero la naturaleza es mí cable a tierra», comparte sobre una de sus principales características durante la entrevista con El Litoral.

“Nací y me crié en Rufino, todo el mundo me conoce. Mí vida antes de ser Joaquina fue normal y dentro de todo fácil. Hace cuatro años empecé mí transición para vivir mejor conmigo misma, siento que Rufino necesita seguir evolucionando por qué hoy en día vivir acá se hizo difícil», expresa sincera.

Colectivo

«El colectivo trans nunca fue incluido, ni en lo laboral ni en lo hospitalario. Estoy tratando de llevar a cabo el cumplimiento del cupo laboral travesti trans además de las hormonizaciones, para que las próximas generaciones puedan tener a su alcance las herramientas necesarias para tener una vida más sencilla y más feliz como cualquier otro vecino», subraya consciente y pacífica ésta joven que se eligió, pelea por lo que considera justo y además se quedó en la comunidad.

Es que el permanecer en la ciudad no resulta fácil para quienes se alejan un poquito de lo que se instaura como «normal», y la clave es permanecer y transcurrir -como dice la canción-. Esta característica intrínseca a nuestra comunidad, no la define claro, pero sí la hace menos permeable a cambios orgánicos propios de la evolución humana que en otros lares se despliegan -con sus luces y sombras- más fluidamente.

Animarse

Sin embargo, ejemplos de permanencia como este muestran a las claras la semilla de actualización, a todo nivel, en camino. En sus palabras: «Postularme en el casting -Survivor Telefe- fue loco porque al principio yo lo miraba por la tele y le dije a un amigo si se hace en Argentina lo hago’. Y cuando se abrieron las inscripciones dude en anotarme, pero con el apoyo de amigos, lo hice sin decirle nada a nadie, prácticamente fue un secreto hasta que publique el vídeo».

«Me di cuenta que mucha gente espera que pueda quedar en el programa y eso me llena el corazón de alegría porque no sabía que tanta gente me iba a apoyar en esto», expresa emocionada después de atreverse a dar un paso que siente que puede cambiar su realidad y acceso a una vida mejor.

Con respecto a la ciudad de Rufino y su conexión con el colectivo trans, «falta», destaca la joven, «Necesitamos más oportunidades, más empatía y respeto. Yo sé hacer un montón de cosas y hoy no tengo un trabajo formal, siento que aún no hay suficiente apertura para que pueda demostrar lo que soy y lo que puedo», revela.

Tratamientos hormonales

«El tema de la hormonización es difícil, estoy siendo escuchada y apoyada para poder empezar a tratarme. En Rufino el tratamiento con hormonas nunca se hizo y me derivan a Venado Tuerto. Siento que debo luchar para que Rufino sea mejor para las personas que vienen detrás de mí. Sé que no soy la última y por lo menos quiero que sus vidas sean más sencilla que la mía y no tengas tantos obstáculos para conseguir lo que necesitan para vivir», sostuvo.

«El tratamiento para Argentina es totalmente gratis por ley, pero en Rufino no se hace. Voy a pelear por que se me reconozca», enfatiza convencida.

Joaqui espera acceder a la cirugía de implantes y cambio de sexo. «Aspiro tener las herramientas para poder ayudar a mis pares. Hoy vivo con mis padres, mamá Paola y papá Darío, terminé el secundario y me gustaría estudiar una carrera universitaria pero todavía no puedo», expresa sobre algunos de sus objetivos por concretar, mientras busca cotidianamente la vida que quiere.

Amistad y determinación

“El tema del casting fue loco, porque me costó contar quien soy delante de una cámara, tuve que filmar varias veces el vídeo y hacer muchos para poder lograr el que subí. Agradezco a mí amigo Esteban Ingelmo por todo: la ayuda, las risas las charla”, contó Joaquina.

En este marco, agregó que “en el formulario de inscripción al programa pedían el pasaporte, que yo no tenía, y mi amigo Esteban me lo regaló para poder estar en el programa. Yo en ese momento no lo podía costear y él se ofreció desinteresadamente. Agradezco a cada persona que me alienta a seguir con mi vida y luchar por mis sueños. Confío y trabajo por conseguir cada uno y ser feliz».

El mes que viene se conocerán los resultados de su participación en el concurso, y Joaquina confía en quedar seleccionada, para cambiar su vida.