Israel enfrenta las protestas más masivas de sus 75 años de historia

Cientos de miles de israelíes salieron a las calles en todo el país el fin de semana en lo que ha sido calificado como las protestas más grandes en la historia de Israel.

Las manifestaciones son contra los planes del gobierno para limitar los poderes de la Corte Suprema que, según los críticos, socavan la independencia judicial y amenazan la democracia.

Defendiendo sus planes, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, indicó que las reformas restablecerán el equilibrio entre las ramas del gobierno.

El asunto ha causado profundas divisiones en la sociedad israelí y como lo describió el líder de la oposición, Yair Lapid, esta es la «mayor crisis» que ha enfrentado Israel en su historia.

Según las propuestas, los políticos desempeñarían un papel dominante en la selección de jueces y permitirían que el Knesset anule los fallos de la Corte Suprema con una mayoría simple y elimine algunas leyes de la revisión judicial por completo.

Los críticos dicen que esto pone en peligro el sistema político de controles y equilibrios, ya que Israel no cuenta con una constitución y tiene solo una cámara parlamentaria controlada por la coalición gobernante.

En el centro de esta lucha está Benjamin Netanyahu, quien ha dominado la política del país en las últimas dos décadas.

A pesar de que enfrenta un juicio por cargos de soborno, fraude y abuso de confianza, que él niega, fue reelecto en noviembre de 2022 luego de 18 meses en la oposición.

Este es su sexto mandato como primer ministro y tiene ahora una mayoría en el Knesset (parlamento) encabezando un gobierno de coalición de partidos religiosos y de extrema derecha.

Desde que el gobierno presentó los planes de reforma judicial en enero, decenas de miles de personas han participado en manifestaciones masivas semanales contra la nueva legislación, que actualmente se discute en el Knesset.

Las encuestas muestran que el plan del gobierno no es popular y que la mayoría de los israelíes preferirían llegar a un compromiso.

El presidente Isaac Herzog, que desempeña principalmente un papel de protocolo, ha estado presionando para un diálogo entre el gobierno y la oposición, y ha advertido que el país está al borde del «colapso constitucional y social».

Muchos de los aliados extranjeros de Israel también han expresado su preocupación por la nueva legislación.

Fuente: BBC News Service

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