Investigadores de Rafaela alertan por el desfinanciamiento del sistema científico nacional

Investigadores de distintas instituciones de la ciudad manifestaron su preocupación ante el desfinanciamiento del sistema científico argentino, una situación que aseguran compromete seriamente el desarrollo de la investigación local y nacional.

En una entrevista en el programa «Punto de Partida» conducido por Marcelo Radio en FM 104.3, Denise Zenklusen, Edgardo Pero y Gonzalo Gutiérrez —miembros del CONICET e investigadores vinculados a la Universidad Nacional de Rafaela (UNRaf), el Instituto de Investigación y Transferencia (CIT Rafaela), el Idical y la UTN— expresaron que Rafaela no es ajena a la crisis. Por el contrario, advirtieron que el ajuste presupuestario y la falta de definiciones políticas afectan directamente a grupos en formación que venían consolidando su presencia en la ciudad.

“Rafaela venía en un proceso de desarrollo del sistema científico, y en este contexto, un ajuste y la falta de rumbo en las políticas científicas afecta fuertemente a quienes están tratando de crecer”, señaló Edgardo Pero.

Reclamos concretos

Entre los principales reclamos se destaca la pérdida salarial del 30% registrada desde 2023, situación compartida también por el sector docente universitario. Además, 850 investigadores e investigadoras en todo el país, a pesar de haber sido evaluados favorablemente en convocatorias de ingreso a la carrera del CONICET entre 2021 y 2023, aún no han sido incorporados formalmente.

En Rafaela, se identificaron al menos cinco casos en esta situación: tres en el CIT Rafaela y dos en el IDICAL. “Las personas afectadas han pasado por procesos rigurosos de evaluación, pero no se efectivizan sus cargos desde hace más de un año y medio. Esto pone en riesgo la continuidad de su carrera científica”, detalló Denise Zenklusen.

A su vez, los investigadores advirtieron sobre la parálisis en las líneas de financiamiento para proyectos aprobados, así como la falta de becas para estudiantes y graduados, lo que compromete la formación de recursos humanos locales.

Impacto territorial

Los investigadores destacaron la importancia de producir conocimiento desde ciudades intermedias como Rafaela, con problemáticas distintas a las de los grandes centros urbanos. “Hay demandas concretas de empresas, gobiernos locales y organizaciones sociales que requieren soluciones pensadas desde lo local. Sin financiamiento y sin políticas claras, esto se vuelve inviable”, explicó Gonzalo Gutiérrez.

El impacto no solo es académico. La pérdida de investigadores que evalúan emigrar o abandonar la carrera científica también afecta la calidad educativa y el desarrollo de soluciones para la región. “Las universidades no cerraron, pero la calidad educativa se deteriora: no se pueden mantener los equipos ni formar nuevos investigadores”, remarcó Edgardo Pero.

Una lucha que continúa

En el marco de una semana de movilización nacional, los científicos rafaelinos se sumaron a las protestas federales y reclaman respuestas concretas al Gobierno nacional. Exigen la efectivización de los ingresos aprobados, recomposición salarial y financiamiento sostenido para proyectos de investigación.

“Nos gustaría estar hablando de avances, pero hoy es urgente visibilizar esta situación. Invitamos a la comunidad a acercarse, conocer lo que hacemos y acompañar este reclamo”, concluyó Denise Zenklusen en referencia a la situación actual.

El desarrollo científico no es una demanda sectorial, sino un pilar esencial del crecimiento de cualquier sociedad. La investigación aplicada que se realiza en Rafaela, enfocada en el ambiente, las desigualdades sociales o el tratamiento de residuos, tiene impacto directo en nuestra vida cotidiana.

Frente a un contexto de crisis, ajustar la inversión en ciencia y educación es hipotecar el futuro. La formación de investigadores, la generación de conocimiento y su transferencia al sector productivo no solo mejora la calidad de vida de la población, sino que permite construir un país más justo y soberano desde sus territorios.

El desafío hoy no es solo escuchar el reclamo de quienes producen conocimiento, sino comprender su valor. Y desde allí, acompañar su defensa.

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *