Industria: el uso de la capacidad instalada cayó al 54,6% en enero
La caída fue de 7,4 puntos porcentuales contra los 62,0% del enero. Se trata del valor más bajo desde junio del 2020, cuando se ubicó en 53%.
Mientras, los bloques sectoriales que se ubican debajo del nivel general son edición e impresión (53,9%), productos del tabaco (50,5%), productos de caucho y plástico (43,5%), productos textiles (36,7%), metalmecánica excepto automotores (33,4%) e industria automotriz (25,7%).
En enero de 2024, respecto al mismo mes de 2023, las principales incidencias negativas se observan en las sustancias y productos químicos y en la industria metalmecánica, excepto automotores.
La caída en la capacidad instalada de la industria podría profundizarse debido a la decisión del Gobierno de liberar y bajarle los impuestos a las importaciones de productos terminados de la canasta básica. La medida, que el Poder Ejecutivo argumenta que es para bajar la inflación, puso en estado de alerta a la industria pyme que temé por quiebras y despidos masivos.
El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, advirtió este miércoles que la medida anunciada por el vocero presidencial Manuel Adorni “provocará la quiebra de miles de Pymes industriales», lo que redundará en una «destrucción masiva de puestos de trabajo». Y advirtió que generará «una espiral de la crisis económica y social de los argentinos”.
Rosato lamentó que el Gobierno de Javier Milei «haya encontrado en las Pymes argentinas a las responsables por las remarcaciones de precios, que provocaron la suba inflacionaria».
El industrial consideró que la administración nacional no tuvo en cuenta «la suba de los costos de la producción, que generó la liberación de precios, luego de la devaluación de diciembre, ni la rentabilidad inédita de las grandes cadenas de supermercados, quienes llegaron a casi duplicar los precios que se envían desde las fábricas”.
“Echarles la culpa a los fabricantes locales de productos de la canasta básica por la suba de la inflación es una decisión tan desmesurada, como errónea», afirmó Rosato y agregó: «Las Pymes nos enfrentamos a una crisis de la producción desde mucho tiempo, con una inflación de costos que restringió al máximo la rentabilidad de las empresas. La caída del consumo generó un estado de alerta, porque costaba cada vez más sostener la capacidad instalada con ingresos deteriorados. Si aumentábamos los precios de manera insostenible, no íbamos a vender nada. Si sólo se hace ese cálculo, se puede corroborar que las remarcaciones de las góndolas no es nuestra responsabilidad”.
Fuente: Ámbito Financiero
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