Hamás acepta una propuesta de alto el fuego en Gaza tras la orden israelí de evacuar Rafah

Hamás anunció este lunes su aceptación de una propuesta de alto el fuego de los mediadores egipcios y cataríes para detener la guerra en Gaza, horas después de que Israel ordenara a unos 100.000 palestinos que comenzaran a evacuar la ciudad sureña de Rafah, en una señal de una invasión inminente.

Horas después de que Hamás anunciara que había aceptado la propuesta de los mediadores, de la que se conocen pocos detalles, los líderes israelíes aprobaron una operación militar en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, y las fuerzas israelíes han comenzado a atacar objetivos en el área, anunciaron este lunes fuentes oficiales.

En relación a la propuesta aceptada por Hamás, la oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu, dijo que estaba “lejos de las demandas esenciales de Israel”, pero que de todos modos enviaría negociadores para continuar las conversaciones sobre un acuerdo de alto el fuego.

En los últimos días, fuentes egipcias y de Hamás han dicho que el alto el fuego se produciría en una serie de etapas durante las cuales el grupo islamista liberaría a los rehenes que mantiene en su poder a cambio de la retirada de las tropas israelíes de Gaza. No está claro si el acuerdo satisfará la exigencia clave de Hamás de poner fin a la guerra y completar la retirada israelí.

Hamás expresó en un comunicado que su máximo líder, Ismail Haniyeh, había dado la noticia en una llamada telefónica con el primer ministro de Catar y el ministro de Inteligencia de Egipto.

Después de la publicación de la declaración, los palestinos estallaron en vítores en los extensos campamentos alrededor de Rafah, esperando que el acuerdo significara que se hubiera evitado un ataque israelí.

Los aliados más cercanos de Israel, incluido Estados Unidos, han dicho repetidamente que Israel no debería atacar Rafah. La inminente operación ha generado alarma mundial sobre el destino de alrededor de los 1,4 millones de palestinos que buscan refugio hacinados en la ciudad, después de huir de los bombardeos y ataques israelíes en otras partes de la Franja.

Las agencias de ayuda han advertido que una invasión terrestre empeoraría la catástrofe humanitaria de Gaza y provocaría una oleada de muertes de civiles, en una ofensiva israelí que en casi siete meses ha matado a más de 34.000 personas y devastado el territorio.

El presidente estadounidense, Joe Biden, habló este lunes con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y reiteró las preocupaciones de Estados Unidos sobre una invasión de Rafah.

Biden dijo que un alto el fuego con Hamás es la mejor manera de proteger las vidas de los rehenes israelíes retenidos en Gaza, dijo un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional bajo condición de anonimato para discutir la llamada antes de que se publicara una declaración oficial de la Casa Blanca.

Hamás y uno de los países intermediarios clave, Catar, dijeron que la invasión de Rafah descarrilará los esfuerzos de los mediadores internacionales para negociar un alto el fuego.

Días antes, Hamás había estado discutiendo una propuesta respaldada por Estados Unidos que, según informaciones preliminares, planteaba la posibilidad de poner fin a la guerra y retirar las tropas israelíes a cambio de la liberación de todos los rehenes en poder del grupo. Pero Israel se ha pronunciado reiteradamente contra esa posibilidad y ha prometido continuar su ofensiva militar en Gaza hasta que Hamás sea destruido.

Netanyahu dijo este lunes que tomar Rafah, que según Israel es el último bastión importante de Hamás en Gaza, es vital para garantizar que el grupo islamista no pueda reconstruir sus capacidades militares y repetir el ataque del 7 de octubre contra Israel.

El teniente coronel Nadav Shoshani, portavoz del Ejército, dijo que se estaba ordenando a unas 100.000 personas que se trasladaran desde partes de Rafah a una cercana zona declarada por Israel como humanitaria y llamada Muwasi.

Se trata de un campamento improvisado en la costa, que, según Israel, habría sido ampliado para la evacuación y que incluye tiendas y hospitales de campaña, alimentos y agua. Sin embargo, no está claro si ese material ya estaba listo para acomodar a los recién llegados.

Alrededor de 450.000 palestinos desplazados ya se están refugiando en Muwasi. La agencia de la ONU para los refugiados palestinos, conocida como UNRWA, dijo que les ha estado brindando ayuda. Pero las condiciones son miserables, con pocos baños o instalaciones sanitarias en esta zona mayoritariamente rural, lo que obliga a las familias a cavar letrinas privadas.

Después del anuncio de la orden de evacuación este lunes, los palestinos en Rafah han tenido que afrontar la noticia de un nuevo desplazamiento forzoso hacia otro destino desconocido, exhaustos después de meses viviendo en extensos campamentos de tiendas de campaña o hacinados en escuelas u otros refugios en la ciudad y sus alrededores.

Fuente: Euronews

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