En un importante operativo policial llevado a cabo este jueves por la tarde, la Policía de Investigaciones (PDI) junto a las fuerzas de irrupción de la Unidad Regional V realizaron ocho allanamientos simultáneos en distintos puntos de Rafaela. Los procedimientos, ordenados por la Fiscalía Regional 5, tuvieron lugar en el barrio Monseñor Zaspe y el asentamiento Esperanza, en el marco de una investigación por una serie de robos registrados en la ciudad.

Uno de los operativos más relevantes se desarrolló en una vivienda ubicada sobre calle Francia al 2900, frente a la Subcomisaría 1ª de barrio Monseñor Zaspe, donde las autoridades lograron un hallazgo significativo relacionado con el microtráfico de estupefacientes. En el lugar, los agentes incautaron 250 gramos de cocaína fraccionada, más de un millón de pesos en efectivo y una balanza de precisión, elementos que suelen estar vinculados a la comercialización de drogas.

En el procedimiento fueron detenidas dos personas: Gastón F., conocido en el ambiente delictivo como «Perrito», de 28 años, y su pareja, Ludmila C. Las fuentes consultadas indican que el detenido cuenta con un frondoso prontuario ligado a delitos graves. En 2018 ya había sido aprehendido en barrio Virgen del Rosario, también acusado de actividades relacionadas con el microtráfico de drogas, además de haber estado implicado en diversos episodios de abuso de armas.

Mientras se desarrollaban los allanamientos, las fuerzas de seguridad se desplegaron con un amplio operativo en las zonas intervenidas, buscando no solo elementos probatorios sino también desarticular posibles focos de actividad criminal que venían generando preocupación en los vecinos.

Las investigaciones continúan bajo estricta reserva, pero no se descartan nuevas detenciones en las próximas horas. Fuentes cercanas a la causa adelantaron que estos procedimientos forman parte de una estrategia integral para combatir el avance del delito en sectores sensibles de la ciudad, reforzando la presencia policial y la articulación entre distintas áreas de seguridad.

El caso de «Perrito» y su pareja es solo una muestra de las complejas tramas delictivas que operan en la región, donde el microtráfico no solo afecta la seguridad pública, sino que también alimenta otros delitos como los robos y las amenazas con armas de fuego. Las autoridades se mostraron firmes en su compromiso de intensificar los controles y seguir avanzando en la investigación para dar con todos los responsables.