En la Unidad Penitenciaria de Las Flores ya funciona un taller de panadería
Comenzó con la capacitación de 11 internos encuadrados en el régimen de salidas transitorias, y permitirá la producción mensual de 20 mil kilos de pan.
El Instituto Autárquico Provincial de Industrias Penitenciarias (Iapip) concretó esta semana la puesta en funcionamiento del taller de panadería en la Unidad Penitenciaria N° 2 Las Flores, en la ciudad de Santa Fe. Esto se logra a partir de un proyecto institucional del Servicio Penitenciario, dependiente del Ministerio de Justicia y Seguridad, que desde hace tiempo buscaba dejar operativo el espacio similar a los existentes en las Unidades de Piñero y Coronda.
Para la puesta en marcha del taller, el Gobierno provincial ejecutó trabajos integrales de albañilería, electricidad, gas y pintura, que fueron realizados por internos alojados en la cárcel de Las Flores y personal del Instituto. El cupo laboral inicial previsto es de 11 internos que están encuadrados en el régimen de salidas transitorias.
Al respecto, la directora del Iapip, Rocío Zanón, indicó que “es un taller que se viene preparando hace bastantes años, pero nunca había hecho producción. Esta semana comenzamos con la producción de 700 kilos diarios y la idea es hacer crecer la producción de pan, sumado al pan rallado. Tenemos 11 internos en condiciones de participar y posiblemente podamos ampliar este cupo según los requerimientos de la producción”.
Con el puntapié inicial, quedan operativas 2 amasadoras automatizadas, 5 hornos rotativos simples y dobles y 3 sobadoras adquiridas por el Instituto. Esto permitirá que mensualmente se elaboren 20.000 kilos de pan que abastecerán a la Dirección General del Servicio Penitenciario, la Escuela Penitenciaria, la Unidad 4 de Mujeres, la Unidad 9 de Recreo, el ISEP, Bomberos Zapadores, Jefatura de Policía y la Unidad Penitenciaria N° 2 “Las Flores”. Además de colaborar diariamente con instituciones de la ciudad.
“Es un taller que está sumamente operativo y en condiciones óptimas para hacer esta producción, que es una de las más importantes que tiene Iapip”, destacó la funcionaria.
Este acontecimiento marca un hito en la industria penitenciaria no sólo por lo que significa la producción de este alimento, sino también por la dinámica de trabajo que permite interactuar a los privados de la libertad con los maestros, incorporando hábitos de trabajo, higiene, y compromiso, lo que redunda en un mayor acercamiento a la rehabilitación social.
En ese sentido, Daniel, maestro panadero y encargado del taller, contó: “Hace dos semanas arrancamos a poner en marcha las máquinas, con poca elaboración para algunas donaciones, y hoy empezamos en mayor cantidad para la producción. La capacitación de los internos está a cargo nuestra, les enseñamos el uso de las máquinas y el proceso de elaboración. Ellos vienen con ganas de trabajar, ya están en periodo de prueba, en salidas transitorias, y esto es una capacitación y algo que los puede ayudar afuera”.
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