El Papa Francisco ha tomado una decisión histórica al ampliar el derecho a voto de las mujeres en el próximo Sínodo de obispos que se celebrará en octubre en el Vaticano. Según un comunicado emitido por la oficina de Prensa de la Santa Sede, al menos 35 mujeres laicas y 5 religiosas tendrán derecho a voto en la reunión dedicada a la Sinodalidad.

Esta es la primera vez que se amplía el derecho a las mujeres en el Sínodo, ya que hasta ahora solo una mujer, la religiosa Nathalie Becquart, tenía este derecho al ser la subsecretaria de la secretaría encargada de la organización del evento.

Además, se ha introducido una modificación importante en el funcionamiento del Sínodo, que incluirá a «70 miembros no obispos, que representan a otros fieles del Pueblo de Dios (sacerdotes, personas consagradas, diáconos, fieles laicos)» con derecho a voto. Se ha pedido que al menos el 50% de ellos sean mujeres y que se valore también la presencia de jóvenes.

Los 70 miembros laicos serán elegidos por el Papa Francisco sobre una lista de 140 enviada por diferentes organismos religiosos de todo el mundo. Se ha señalado que se tendrá en cuenta tanto su cultura general como sus conocimientos teóricos y prácticos, así como su participación en diversas capacidades en el proceso sinodal.

El Sínodo de obispos fue creado por Pablo VI en el marco del Concilio Vaticano II y es un organismo consultivo, en el que se pide a obispos de todo el mundo que participen en el gobierno de la Iglesia. El objetivo del Sínodo de la Sinodalidad es que la Iglesia dialogue a partir del aporte de las iglesias particulares.

El arzobispo de Luxemburgo y relator del Sínodo de la Sinodalidad, Jean-Claude Hollerich, ha declarado que esta no es una revolución, ya que cerca del 75% de los participantes seguirán siendo obispos. Por su parte, el cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo, ha señalado que «seguirá siendo un Sínodo de obispos, pero habrá esta participación como miembros de laicos».

Qué es un Sínodo

El sínodo de obispos fue creado por Pablo VI en el marco del Concilio Vaticano II y es un organismo consultivo, en el que se pide a obispos de todo el mundo que participen en el gobierno de la iglesia. La novedad ahora es que participaran laicos, entre ellos mujeres, todos con derechos a voto.

El objetivo del Sínodo de la Sinodalidad es que la Iglesia dialogue a partir de aportes de iglesias particulares.

Fuente: El Litoral