El caso Fabiani: ¿qué se sabe del jubilado que fue a cazar y desapareció en Entre Rios?

Una situación desesperante que levanta sospechas en familiares y abogados, ¿qué se sabe del santafesino Enrique Fabiani? 

Enrique Héctor Fabiani salió de su casa junto a dos amigos y su hermano los primeros días de junio. Iban a cazar, una de las pasiones de Fabiani. Vestía una gorra sin visera camuflada, botas de goma y riñonera, y portaba una escopeta calibre 20 de un solo caño.
Desde la localidad de Santa Clara de Buena Vista, Santa Fe, donde es conocido por todos los vecinos de la zona, salieron hacia Entre Rios, a la localidad de Alcaraz, cerca de Bovril.

El 4 de julio desapareció sin dejar rastros: cuentan sus amigos que «fue a saludar al dueño del campo, a quien conocía» y nunca más volvió.

Algunos conocidos mencionan que el hombre se desorientó en una zona de montes y desde ese momento no se sabe nada de él, a excepción del dueño de un campo lindero, quien reportó que habló con Fabiani y lo denunció por haber ingresado a su propiedad.
En este relato, dos maquinistas que estaban trillando dicen haber visto una persona con características del desaparecido y un propietario de campo lindante declaró que echó de su propiedad a un cazador que llegó hasta su casa.

Sin embargo, las versiones de amigos fueron coincidentes: “Él conocía perfectamente la zona”

La familia sostiene que la policía local oculta algo y que hay varias actuaciones que llaman la atención.

Una cámara de seguridad registró a las 00.30 de ese día a un patrullero de la policía rural entrerriana que ingresa a la zona donde había sido visto por última vez el hombre, y tardó 40 minutos en salir.
“Es llamativo que para hacer un recorrido de 15 o 20 minutos, la ‘chata’ haya demorado 40”, sospechó un familiar.

Marina, una de las hijas del desaparecido, expresó: “Lo buscaron por todos lados, pero es como si se lo hubiese tragado la tierra. Los perros siguieron el rastro por algunos metros pero después se esfuma, en el mismo camino. Estaba perdido y seguramente no se metió nuevamente al monte”.

 

El tiempo pasa y Enrique sigue sin aparecer. El gobernador de la provincia de Entre Rios, Rogelio Frigerio, recibe a los familiares en su despacho pero no «destraba» la investigación. Su familia, que ya pidió cambio de carátula a «desaparición forzada» a la Justicia y el fiscal Mauro Quirolo se los negó, por lo cual la policía no puede ser apartada del caso.
Algo que no deja conforme a la familia, la cual tiene fuertes sospechas que pesan sobre el accionar de la División Abigeato de la Policía.
Sin embargo, Quirolo pidió intervención de Gendarmería en el caso y dio luz verde a otro pedido de la querella, relacionado con la posibilidad de que realice una prueba con Luminol sobre los vehículos de Julio Lodi, dueño del campo donde fue visto por última vez Fabiani.

Rubén Pagliotto, el abogado de la familia, reconoció que el Procurador General de la Provincia de Entre Ríos, el Dr. Jorge Amílcar García, no respondió ninguno de los cinco pedidos presentados para que el fiscal de Villaguay se dedicara exclusivamente a la búsqueda de Fabiani.

Melisa, su hija,  explicó que la familia tiene «sospechas o inquietudes hacia la policía, por todas las irregularidades que mostraron desde el día 1 que se hizo la denuncia», entre las que mencionó el hallazgo de un cartucho, que bajo pericias policiales pudo comprobarse que fue detonado por la escopeta de Enrique.

las desafortunadas declaraciones del ministro de Seguridad, Roncaglia, quien consideró que el caso es una «distracción para la policía y la seguridad de Entre Ríos», por este motivo, «es mejor que se retiren y que venga gendarmería y prefectura» sostuvo Melisa.

Textualmente, Roncaglia declaró que “Hemos descuidado la seguridad en otros barrios para buscar al señor Fabiani, que vino de Santa Fe con dos amigos y surge de la investigación que tenía unos antecedentes como que se perdía. Va a cazar en un campo que le prestaron y se pierde”,  Y planteó que “a la familia le llama la atención intervención de la Policía Rural, porque el último contacto que tuvo fue con un señor de apellido Lodi que tiene una estancia y lo echa. Se ve que estaba extraviado. Después Lodi llama a la Policía Rural. Llegan cuatro policías”.

Asimismo, aseguró que el abogado que los representa, Rubén Pagliotto, «tiene pruebas de que fueron adulteradas las actas de la Policía y de que el Fiscal secuestró el libro de guardias, y esto es lo que justifica el pedido de apartamiento de la policía».

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