¿Dos agendas que no se encuentran?: Vecinos reclaman seguridad mientras se inauguran juegos nuevos en Plaza Eva Perón
Como polos opuestos -o no- de la narrativa social de Rafaela, parece que hay una demanda inconclusa y agendas que se cruzan, pero no se tocan.
Durante el fin de semana, vecinos del barrio Córdoba se hicieron escuchar en la plaza, donde exigieron medidas frente a la inseguridad creciente, mientras el municipio presentó juegos renovados en un espacio público durante el día de hoy, comunicados mediante los tradicionales partes de prensa. La situación abre el debate sobre si las prioridades ciudadanas y las políticas estatales avanzan en la misma dirección. Con carteles, mensajes directos y testimonios de hechos recientes, las familias pidieron respuestas urgentes: “Queremos caminar tranquilos, no vivir con miedo”. Lo más simple. Vivir sin miedo.
Al día siguiente, el municipio envió un parte oficial del cual hicieron eco todos los medios locales: la inauguración de nuevos juegos infantiles en ese mismo espacio. La obra forma parte de un plan de renovación de plazas y paseos que busca incentivar el uso del espacio público y promover la convivencia, y que es celebrado por gran parte de la ciudadanía, además de necesario.
Sucede que la coincidencia dejó una postal que invita a la reflexión: de un lado, vecinos pidiendo seguridad como condición básica para disfrutar de la plaza; del otro, el municipio presentando infraestructura que, sin un entorno seguro, difícilmente logre el impacto esperado.
Este cruce de realidades plantea una pregunta central: ¿las políticas públicas y las demandas sociales avanzan en la misma dirección? Para muchos vecinos, la inseguridad es hoy la prioridad número uno. Para el gobierno local, la inversión en espacios públicos es parte de un plan integral que también “mejora la calidad de vida” y fomenta el encuentro comunitario.
La tensión entre ambas miradas deja en evidencia la necesidad de articular acciones: los juegos nuevos pueden sumar valor, pero sin seguridad, difícilmente se conviertan en el lugar de encuentro que el municipio proyecta.
El episodio en la plaza Eva Perón refleja un desafío más amplio: encontrar un equilibrio entre infraestructura y seguridad, dos demandas legítimas, pero que para la ciudadanía parecen tener un orden de urgencia muy distinto al que prioriza la agenda oficial.
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