Denuncian «lobby» de grandes laboratorios para derogar la Ley de Genéricos
La «Ley de Genéricos» es una ley que rige desde hace 20 años, y que asegura la competencia de los laboratorios que producen y comercializan medicamentos en Argentina, favoreciendo la decisión de compra del usuario y pudiendo optar siempre por marcas de precios más accesibles si así lo quisiera. Marcelo Peretta, secretario general del SAFYB, denuncia la estafa a la que están llevando a la ciudadania con la derogación de la ley.
Marcelo Peretta, quien está al frente del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB), explica cuales son los peligros de modificar la Ley de Genéricos, que rige desde hace más de dos décadas y que el actual gobierno dio de baja con el Decreto 63/2024, y menciona que es una jugada que va en línea con “estafar a los jubilados, a los ciudadanos que precisan medicamentos y precisamente a las arcas del PAMI”
Perretta menciona que “es una estafa clarísima, porque hace 22 años que rige la ley de genéricos, donde el farmacéutico sustituye una marca por otra, y no hay ningún problema ni nunca hubo ningún problema, ni denuncias, con lo cual es una ley y un sistema validado”.
Perreta apunta a que detrás de esta maniobra, están los laboratorios nucleados en CILFA, la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos.
El representante de SAFYB menciona cómo llevaron adelante la operatividad de esto:
“El médico recomienda una marca, si vos le cambias la marca recomendada, el sistema de la receta electrónica dispara una alerta al médico prescriptor y al sistema de la obra social, con lo cual se hace una especie de “auditoría” para definir si estuvo bien sustituido el medicamento, si altera o no el tratamiento, y en este caso el médico prescriptor puede lavarse las manos y decir: “Yo recomendé otra marca””.
Claramente, este tipo de acciones son maniobras para que el farmacéutico no sustituya la marca, por temor a ser penalizado o auditado.
Además, Perreta explica que puede demorar el pago de las recetas como medidas coercitivas, y en lugar de pagar a 60 días, pagan a 120 días con la excusa de que esa receta precisa ser “auditada”. Algo a tener en cuenta es que, si bien el médico puede recomendar un nombre específico, una marca específica, es una recomendación; por ende, al ser auditable la sustitución, ya deja de ser una “recomendación” y abre la puerta a grandes negocios de los laboratorios con los médicos.
“Convierten una recomendación en una obligación, es un disparate”, agrega.
“Teniendo en cuenta el momento crítico que se vive en el país en términos económicos, esto es una estafa al bolsillo de los ciudadanos al servicio de los laboratorios, sobre todo ROEMMERS, BAGÓ y GÁDOR.”
Detrás de esta estafa, además de los laboratorios, está la convivencia política: el Ministro de Salud, Mario Antonio Russo, el diputado Ricardo Lopez Murphy y su esposa, quien fue parte del directorio de ROEMMERS.
“La ley funciona bien, los laboratorios crecieron, tienen grandes beneficios económicos, crearon empleo, es decir, no hay quejas al respecto, y esto impacta de lleno en los bolsillos de los argentinos gracias a un lobby de los laboratorios”
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