Cuando la noche no duerme: dos sucesos policiales en Rafaela
En las sombras de la madrugada, cuando la ciudad de Rafaela duerme, las alarmas no descansan. En una noche que parecía igual a tantas otras, dos hechos delictivos rompieron la calma, movilizando a las fuerzas de seguridad y recordando que, incluso en la quietud, el delito acecha.
El peso de tres botellas robadas
La primera señal llegó desde el Centro de Monitoreo, cuando el silencio de la calle Sacripanti se vio interrumpido por el estridente sonido de una alarma. Los ojos electrónicos del sistema de seguridad captaron una silueta furtiva saliendo apresuradamente de un comercio. A pocos metros, otro individuo aguardaba con aparente complicidad.
Alertados por radio, efectivos del Comando Radioeléctrico patrullaron la zona con precisión. En la intersección de Avenida Williner y Dante Alighieri, dieron con los sospechosos: dos hombres de 23 y 27 años. La revisión no dejó lugar a dudas. Dentro de una mochila, tres botellas de vidrio de bebidas alcohólicas revelaron el motivo de su fuga.
Las diligencias posteriores confirmaron las sospechas: los productos habían sido sustraídos del comercio en cuestión. Los implicados fueron aprehendidos y trasladados a la Comisaría N°2, donde quedaron a disposición de la Justicia. El fiscal en turno no dudó en calificar el hecho como «hurto», ordenando la detención de ambos mientras se prosiguen con las actuaciones correspondientes.
La rueda que delató a un menor
Mientras los oficiales cerraban un caso, otro emergía desde una dirección distinta. En la misma madrugada, una llamada al 911 alertó sobre la presencia de un desconocido en un domicilio de calle Vélez Sarsfield. La información era precisa: el intruso no solo había ingresado a una propiedad ajena, sino que se llevaba consigo una rueda de motocicleta.
El operativo fue rápido. Personal de la Comisaría N°15, en colaboración con el Comando Radioeléctrico, se desplegó por la zona. En calle Washington, hallaron al sospechoso. Era un menor de edad, cuya corta trayectoria no impidió que fuera identificado de inmediato.
El Juzgado de Menores fue informado del procedimiento y ordenó la restitución del joven a un familiar responsable. La rueda robada volvió a manos de su legítimo dueño, cerrando un episodio que, aunque menor en apariencia, evidencia cómo la vigilancia constante es clave para preservar la seguridad de la comunidad.
En las calles de Rafaela, la noche es testigo de historias que, aunque separadas en sus detalles, convergen en un mismo punto: la inquebrantable labor de las fuerzas de seguridad para mantener el orden en cada rincón de la ciudad.
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