Condiciones de vida: crecieron el hacinamiento, los problemas de saneamiento y empeoró el acceso a redes de gas
La Encuesta Permanente de Hogares (EPH) publicada por el Indec muestra que las condiciones de vida de los argentinos en el primer semestre del año empeoraron.
En medio de la crisis económica, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) publicó este jueves la última Encuesta Permanente de Hogares (EPH)del primer semestre del año, donde se observa un crecimiento del hacinamiento frente al año anterior, cayó la cantidad de propietarios, aumentaron los hogares con problemas de saneamiento y empeoró el acceso a las redes de gas. En contraposición, un dato que puede rescatarse es la inversión en servicios públicos como lo es la extensión de las redes de agua y cloacas.
Crisis económica: cómo afectó al hacinamiento
La caída de salarios frente a la feróz inflación generó una destrucción del poder adquisitivo, que viene de años en caída libre. Frente a ellos, cada vez más personas comenzaron a vivir en condiciones de menor calidad, actualmente creció el aglutinamiento de 2 a 3 personas que deben convivir bajo un mismo cuarto y aunque no sea un hacinamiento crítico, repercute negativamente.
En el primer semestre del 2022, el Indec había registrado un total de 5,5 millones de personas en dicha situación, equivalente al 19,1% de la población. Un año después, los afectados ascendieron a 5,8 millones de argentinos (19,7%).
Además, la encuesta muestra que bajó la cantidad de propietarios. Al cierre de junio de 2022, había 18,6 millones de personas que les pertenecía su vivienda o terreno donde habitaban. Un año después, 300.000 personas tuvieron que vender o desprenderse de su propiedad y pasaron a la condición de inquilinos.
En el primer semestre del año, el 21,8% de los hogares del país era ocupado por inquilinos, lo que mostró un crecimiento de 0,2 puntos porcentuales frente al año anterior. En tanto, las personas consideradas ocupantes -gratuitos con permiso y los ocupantes de hecho (sin permiso) representaban el 9,2% del total de hogares mientras que un año atrás era del 8,6%, lo que da un crecimiento de 0,6 p.p.
Crisis económica: creció la cantidad de hogares con saneamiento inadecuado
En la categoría saneamiento, considerado como la tenencia de baño, su ubicación (dentro o fuera del terreno), la exclusividad o no de su uso, el tipo de desagüe y su instalación, dentro de la EPH se informó que los hogares con saneamiento adecuado ascendieron al 12,6% y que afecta a más de 4,5 millones de personas (15,4%) frente al 14%, o 4,08 millones, que lo sufrían hace un año.
El Indec define como hogares con saneamiento inadecuado aquellos que tienen al menos una de estas características: no poseen baño; poseen el baño fuera del terreno; comparten el baño con otros hogares; el desagüe del baño no está conectado a la red pública (cloaca) ni tampoco a cámara séptica; o el baño no tiene descarga de agua.
Dentro del conjunto de hogares con saneamiento inadecuado, la situación más crítica tiene que ver con la tenencia de baño con descarga de agua, situación que en el primer semestre del año empeoró, al pasar de un 7,5% de la población al 8,7%.
Servicios públicos
La inversión del estatal en servicios públicos subió como fue el caso de las redes de agua potable y cloacas. En contraposición, el acceso a redes de gas natural, que son privadas, cayeron.
En el caso de las cloacas, al primer semestre del 2022 se había registrado un 29,8% de la población sin acceso a este servicio, mientras que para este año, el indicador descendió al un 29,3%. En cuanto a la instalación de redes de agua potable, se pasó de un 12,4% de la población con dificultades a un 11,1%.
Las obras de expansión de este tipo de servicios las realiza el Estado en contraste con una mirada más privatista respecto de las obras públicas que hoy está en pugna desde la discusión política.
El acceso a la red de gas de las personas que no llegan a cubrir la canasta básica total cayó del 47% al 45%, mientras que entre los hogares indigentes, la merma fue de 5 puntos porcentuales.
De esta manera, en el primer semestre del 2023 los indicadores de las condiciones de vida de los argentinos se depreciaron casi en su totalidad ya que hubo un alza en el hacinamiento de los hogares comparado con el mismo período del 2022. Al mismo tiempo, se registró un alza en la cantidad de personas que tuvieron que vender sus viviendas para convertirse en inquilinos y empeoraron las condiciones de saneamiento en los hogares.
Todo ello como fruto de una crisis económica que no afloja, donde el sueldo de los trabajadores se derruye mes a mes frente a la inflación y donde las políticas compensatorias ya parecen insuficientes porque la crisis golpea en las condiciones de vida de las personas.
Fuente: Filonews
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