Cayó la recaudación y se desplomaron las acciones argentinas

Se trata de la peor merma de recursos tributarios en lo que va de 2024. En términos nominales, registró un incremento de 221,2%, muy por debajo de la inflación.

La recaudación fiscal de junio totalizó los $11,2 billones una cifra que representa un incremento nominal del 221,2% interanual y una contracción real del 14%, muy por debajo de la inflación acumulada durante el mismo período. Los datos corresponden a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) .
La información se conoce hacia el final de un día de incertidumbre en los mercados, en los que la brecha del dólar oficial con las versiones libres llegó al 50% y tanto bonos y acciones argentinos se desplomaron, tras los anuncios realizados el viernes por el ministro de Economía, Luis Caputo.
La baja de los recursos tributarios de junio es la peor desde enero de este año, con la salvedad de mayo que tuvo saldo positivo extraordinario debido al vencimiento de Ganancias de las empresas.
Afectado por la caída de la actividad económica, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) reportó ingresos por $3,39 billones, con un incremento nominal del 195,4%, lo que indica una baja real del orden del 19,5%. El componente fiscal registró un incremento del 225%, pero el del comercio exterior solo creció 133%.
Hay que tener en cuenta que los ingresos del IVA se determinan con la facturación del mes anterior, en este caso, mayo cuando el consumo bajó 7,7% inter anual, según estimaciones de la Cámara Argentina de Comercio (CAC).Por otro lado, el otro impuesto importante dentro de la estructura fiscal, ya que se comparte con las provincias, Ganancias logró sumar $2.51 billones, con una suba nominal de 209,7%, pero con una baja del 17,4%. A diferencia de lo ocurrido en mayo, los vencimientos de sociedades fueron menores. Por otro lado, este mes tendría que haber vencido el Impuesto a las Ganancias de las personas, que como consecuencia del debate por el paquete fiscal, se ha postergado para septiembre.

El Impuesto PAIS en tanto, registró ingresos por $780.042 millones, lo que representa un incremento nominal de 1.321.8%, que se debe a la diferente base de comparación. El año pasado la alícuota era del 7% y este año es del 17,5%. En términos reales registró un incremento del 279,3%.

El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) señaló que «en junio, la recaudación tributaria nacional habría descendido un 14% real respecto a junio de 2023» en tanto que «al excluir la recaudación por tributos vinculados al comercio exterior, la baja sería del 17%».

La recaudación que más habría aumentado en términos reales sería el impuesto PAIS con 279%, seguida por el Impuesto a los Combustibles con 14,6% y en tercer lugar el impuesto al cheque con 1,2% (este tributo se vio favorecido por la prórroga del vencimiento del mes de mayo).

«En el otro extremo, la recaudación que más habría caído sería la del impuesto Bienes Personales, que lo habría hecho en un 60,6% real interanual, seguido por derechos de exportación con 36,8% y derechos de importación 35,4%. El principal impuesto, el IVA, habría registrado una baja interanual del 19,5%, reflejando la importante caída del consumo», indica el IARAF.

En ese sentido, el Impuesto al Cheque generó ingresos por $885.662 millones, con un incremento nominal del 279%. Hubo incidencia favorable de un vencimiento de mayo que se pasó para junio.

En Seguridad Social, la recaudación fue de $2,24 billones, con un incremento nominal de 233%. Eso implica una caída del 11,2% real. Los aportes personales sumaron $865.901 millones, mientras que las contribuciones patronales aportaron $1,37 billones. El resultado se debería al incremento del desempleo.

Por Derechos de Exportación se obtuvieron $ 429.614 millones, con una variación interanual de 136,9% nominal y una caída real del 36,8%. La AFIP indicó que Incidió positivamente la suba del tipo de cambio, pero que fue compensada por la caída de los precios,

En tanto, por Derechos de Importación y otros, se obtuvieron $ 244.322 millones, con una variación de 142,3% y una baja real del 35%.

Desconfianza de los mercados

El viernes, el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del BCRA, Santiago Bausili, anunciaron que el Tesoro absorberá los pasivos remunerados de la autoridad monetaria, pero aplazó el levantamiento del cepo, algo que no le gustó al mercado.

Las expectativas que tenía el mercado respecto de los anuncios económicos del viernes terminaron siendo desmedidas respecto a lo que el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del BCRA, Santiago Bausili, finalmente comunicaron. La única certeza que dieron fue que el Tesoro absorberá los pasivos remunerados del Banco Central, con la idea de ir terminar con la emisión, pero no dieron ningún plazo para el levantamiento del cepo, algo que este lunes no fue bienvenido por el mercado.
Cabe recordar que, en la conferencia de prensa del viernes, Caputo y Bausili anunciaron que los pasivos remunerados del BCRA, específicamente los pases, serán reemplazados por unas nuevas Letras de Regulación Monetaria (LRM), que serán emitidas por el Tesoro, pero cuya tasa de Interés estará determinada por el BCRA. Aún restan saber los detalles técnicos de la medida. Ese día también se dejó en evidencia que el cepo cambiario seguirá por un largo tiempo.
«Más allá de los cambios técnicos a implementarse, de la conferencia parece desprenderse que la salida del cepo estaría más lejos que cerca. Ubicada, quizás, sobre el último trimestre, esto no fue bien recibido por el mercado que tenía claramente puesto su foco de atención en esto», dijeron desde la consultora Outlier.
En esta jornada, la primera tras los anuncios, las acciones argentinas que cotizan en Wall Street y los bonos en dólares se hundieron hasta 10%, mientras que el riesgo país superó los 1.500 puntos. Por otro lado, los dólares bursátiles se dispararon con fuerza. El dólar CCL trepó 4,6% hasta los $1.412,48, mientras que el MEP escaló 3,7% a $1.413,01, dejando una brecha del 54,6%. El spread con el mayorista tocó así máximos desde febrero.
«Con un mercado cada vez más ansioso por entender cómo será el futuro de la política cambiaria (dado el TCR, la estacionalidad del ingreso de divisas en Argentina, el perfil de vencimientos de la deuda en dólares, la performance reciente del real brasileño y la soja, entre otras cosas), Caputo repitió que todo seguirá igual en el futuro inmediato. Es decir, que la tasa del crawl seguirá siendo 2%, que continúa sin cambios el blend 80-20 y que no habrá ninguna devaluación», dijo, por su parte, la consultora 1816.A su turno, el economista Gustavo Ber también coincidió con los análisis. «La primera reacción de los inversores fue muy cautelosa y expectante de adicionales detalles sobre la implementación del nuevo esquema monetario. También se busca evaluar el esfuerzo fiscal adicional necesario y la dinámica de las reservas, en vista a que hasta el momento no habría cambios en los principales lineamientos de la política cambiaria».

Para este experto, «no se confirmaron las expectativas», más allá de reconocer la importancia de seguir avanzando en el saneamiento de la hoja de balance del BCRA, aun cuando ello, como contrapartida, requerirá de mayor esfuerzo fiscal».

El Banco Central perderá reservas por unos u$s3.000 millones en el invierno, dato que fue confirmado por propio titular del BCRA. Acá, si bien entra en juego la estacionalidad, también lo hacen la pérdida de competitividad y las presiones por el atraso cambiario.

A su vez, la demanda de divisas viene mostrando un crecimiento en las últimas semanas, producto de las importaciones de energía. Otros analistas sostienen que la baja de tasas abarató los préstamos y muchos productores agropecuarios, en lugar de vender sus dólares, optaron por tomar créditos.

Así, los cuestionamientos a este modelo llegan desde el exterior. Para el banco de inversión Barclays, Argentina afronta otra vez una «trampa cambiaria», con apreciación del peso por encima de los niveles aconsejables, mientras que los economistas del Bank of America, en tanto, advirtieron que el tipo de cambio está «bajo presión».

La semana pasada, los fondos comunes de inversión compraron bonos ajustados por dólar por casi $100.000 millones, buscando cobertura por una eventual devaluación, un signo de que el mercado está dejando de creer en las palabras oficiales.

CL/SR

Fuente: Ámbito Financiero

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *