CASO CECILIA: LOS SOSPECHOSOS SIGUEN PRESOS

Caso Cecilia: crimen, corrupción y final abierto sin justicia para la víctima

Por José Luis Zampa

Se presume que la joven Cecilia Stryzowsky fue asesinada por un clan piquetero aliado al poder político chaqueño, pero su cuerpo nunca apareció. La causa se sustancia ya sin las marchas que organizaba la madre de la víctima, quien se llamó a silencio. El lavado de dinero como trasfondo.

El viernes 2 de junio de 2023 desapareció de la faz de la tierra Cecilia Stryzowsky, la joven de 29 años que fue vista por última vez cuando, esa mañana, ingresó a la casa de su novio, desde donde ambos tenían previsto viajar a la Patagonia en busca de una oportunidad laboral.
La investigación iniciada por la justicia chaqueña demostraría pocos días después que todo fue una treta pergeñada por un clan de líderes piqueteros que, funcionales a la administración peronista del Chaco, buscaba sacarla del medio por razones múltiples entre las que se mezclaban el rechazo de sus suegros y el lavado de dinero procedente de la corrupción.
Cecilia jamás supo que los pasajes aéreos con destino al trabajo sureño que le habían prometido nunca existieron, como tampoco esperaba que Cesar Sena, su inestable pareja de sólo 19 años, podría darle la espalda al extremo de confabularse con sus padres para matarla.
Pero, ¿la mataron? Es lo que la principal hipótesis sostiene hasta el día de hoy a pesar de que no hay cuerpo del delito. El cadáver de Cecilia no apareció y los vestigios humanos encontrados en un charco pestilente de la chanchería de los Sena estaban tan quemados que no pudo extraerse ADN para obtener la prueba que significaría una condena segura para el trío de sospechosos.
César, el joven que se casó con Cecilia a escondidas y pocos días después se divorció por presión de su madre, Marcela Acuña, es sindicado como autor inmediato del crimen. Los investigadores creen que –en acalorada discusión- asestó un golpe mortal a su novia, quien habría perdido la vida producto de lesiones irreversibles ocurridas en la residencia del clan, una casa de dos pisos ubicada sobre calle Santa María de Oro al 1400 de la ciudad de Resistencia.
Allí, tomada por la cámara de vigilancia de una finca vecina, fue captada Cecilia mientras ingresaba al domicilio de sus suegros. Son las últimas imágenes que se conocen de la joven, quien habría sido asesinada en la planta alta de la casona, envuelta con bolsas de consorcio y reducida a cenizas en una fogata. Secuaces de Emerenciano Sena, el jefe de la cofradía izquierdista-guevarista que fungía como aliada del ahora derrotado gobernador Jorge Capitanich, declararon ante la justicia que después de la incineración lo que quedaba del cuerpo fue arrojado a una laguna de fango.
Hoy las movilizaciones que pedían justicia por Cecilia se han acallado. Su madre, Gloria Romero, una mujer que intentó explotar una inesperada fama lograda en las redes sociales como consecuencia del crimen, se llamó a silencio después de haber sido criticada por la ciudadanía ante sus demostraciones contradictorias: por un lado compungida hasta el llanto, pero por otro interesada en ganar seguidores en su cuenta de Instagram, donde llamaba a votar contra el gobierno que finalmente perdió las elecciones.
La madre de Cecilia se quedó sin abogado, el correntino Juan Arregín, quien se distanció ante el afán de figuración pública de la mujer. El letrado que representó a Gloria renunció hace un par de meses y al poco tiempo su ex clienta dejó la provincia junto con su otra hija, Ángela, quien alegó haber conseguido trabajo en otro punto del país. “Me voy por tiempo indefinido”, aseguró la joven, además de argumentar que tenía miedo, que sufría amenazas y que buscaba proteger a su mamá.
La causa que investiga la desaparición de Cecilia sigue en manos del juez de Garantías Héctor Sandoval, pero los responsables de la recolección de pruebas son los fiscales Jorge Cáceres Olivera, Nelia Velázquez y Jorge Gómez. Según el sistema procesal chaqueño, los representantes del Ministerio Público encabezan las pesquisas hasta el procesamiento de los imputados y la elevación a juicio oral, que en la provincia adopta el jurado popular integrado por ciudadanos probos convocados especialmente para definir si los acusados son culpables o inocentes.
Falta que se desarrollen numerosas instancias procesales, pero ese jurado popular que en algún momento se bajará el martillo representa la suma de todos los miedos para César Sena, Emerenciano Sena y Marcela Acuña, quienes siguen detenidos en prisión preventiva confirmada por el Superior Tribunal de Justicia, separados en distintas seccionales de Policía.
Debido al grave problema probatorio que representa la ausencia del cadáver, la presión social es el principal factor por el cual, a medio año del hecho, los tres sospechosos siguen entre rejas, privados de alguna morigeración como podría ser el arresto domiciliario. A ese tópico podría sumarse la evaporación del respaldo político que los Sena alguna vez tuvieron, al punto de que al momento de ser detenidos eran precandidatos a diputados por un sector interno del Frente Chaqueño que lideraba Capitanich.
El gobernador perdió las elecciones provinciales el 17 de septiembre y las municipales de Resistencia el pasado 5 de noviembre. Muchos le atribuyen al caso Cecilia un impacto negativo que restó votos al mandatario, pero lo cierto es que hubo otros motivos más gravitantes relacionados con una interna entre Capitanich y el ahora también perdidoso intendente capitalino, Gustavo Martínez, quienes de haber ido juntos pudieron haber superado el caudal logrado por el radical Leandro Zdero, gobernador electo.
Cecilia Stryzowsky, sigue desaparecida. De ella quedan lo recuerdos atesorados por su abuela (con quien vivía) y los videos promocionales en los que invita a disfrutar de las delicias de “Gato Negro”, la cafetería y restobar que había instalado junto con su amado César hace un año y medio en el centro resistenciano. El local cerró intempestivamente cuando –según denunció Gloria Romero- Marcela Acuña le propuso lavar dinero de origen ilegal mediante la facturación del negocio.
Como dato subyacente e inexplorado queda la historia del padre de Cecilia, Miguel Stryzowsky, quien falleció por un infarto masivo el 5 de agosto. Miguel fue un padre ausente, separado de Gloria desde hacía décadas, pero en los últimos tiempos había tomado notoriedad mediante declaraciones dolientes por la muerte de su hija. Sin embargo, volvió al perfil bajo cuando se conoció su prontuario criminal y un detalle llamativo: era un viejo conocido de la familia Acuña (compañero de colegio de la hermana de Marcela).
Stryzowsky padre murió preso con domiciliaria, condenado a 10 años. ¿Por qué delito? Lavado de activos por el monto de 9 millones de dólares durante la pandemia. Justamente, la misma actividad ilegal que Marcela Acuña le habría propuesto realizar en conjunto a Cecilia, tiempo antes de su desaparición.

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