Carmen Barbieri habló sobre su última internación e hizo una fuerte revelación: «Quería que me desconectaran»
La conductora recordó los días en que su vida corrió peligro a causa del covid-19 y contó que llegó a pensar en la eutanasia.
A menudo Carmen Barbieri usa su ciclo de las mañanas en el Trece para hablar de su vida personal y sus experiencias que tanto la conectan con su audiencia. Y en esta oportunidad la artista recordó cómo fueron aquellos días en los que su vida corrió peligro, tras contagiarse covid-19 y estar conectada a un respirador.
Desde su ciclo «Mañanisima», la actriz y su hijo, Federico Bal, que se encontraba como invitado, repasaron aquellos angustiosos días y la conductora reveló que pensó en morirse.
“Estuve al borde de la muerte dos o tres veces, pero la última vez, la del Covid-19, fue durísima. Sabés que dentro de mi coma no estaba segura de por qué estaba internada muriéndome, no me acordaba del coronavirus. Me había quedado enganchada de que me había dado un ACV”, comenzó diciendo.
Y describió su agonía: “No podía moverme, estaba totalmente paralítica. Me bajaron la sedación y me decían que moviera el pie o que moviera las manos y no podía”. “Estaba intubada y atada porque me había arrancado todos los cables. Me encontraron con el suero en la cama porque lo había cortado con los dientes, lo había estado chupando porque estaba muerta de sed. Por eso me ataron”, reveló.
Fue ahí que contó que había decidido partir para no ser una carga para su hijo: “El médico le dijo a Federico ‘todos los pacientes lo piden, pero acá no lo hacemos”. «Hoy Fede me dice ‘¿es verdad que vos pedías que te desconectaran’?’. Y sí, que te den a tu mamá hecha un cacho de carne que no se movía. ¿Cómo ibas a hacer para atenderme? ¿Qué iba a hacer de su vida? Yo quería que me desconectaran”, se sinceró.
Y profundizó sobre el procedimiento que si bien ,en nuestro país no es legal, en otras regiones es aplicable: “Cuando vi que el cuerpo no me respondía le hacía este gesto”, señaló, mientras se pasaba el índice por el cuello y con las manos hacía un gesto de tijeras, de corte. “‘¿Vos estás loca?”, me dijo Fede. Loca, no. Me parece que era lo más normal irme dignamente. Yo creo en la eutanasia”, cerró.
Fuente: Filonews
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