Barrio Ilolay: vecinos se manifestaron contra el uso de pirotecnia y podrian endurecerse los controles

En respuesta a los reiterados reclamos de los vecinos del barrio Ilolay, autoridades municipales, policiales y concejales mantuvieron una reunión este jueves por la noche para abordar los inconvenientes generados los días de partido en el estadio de Ben Hur.

Los principales conflictos se relacionan con el uso de pirotecnia sonora, la ocupación indebida del espacio público y los desmanes en las inmediaciones de la Avenida Williner.

Entre las propuestas planteadas, se destaca la intención de establecer un canal de diálogo con el club Ben Hur, los representantes de su hinchada y la Liga Rafaelina de Fútbol. El objetivo es alcanzar acuerdos que permitan una convivencia pacífica los días de partido. Además, se llevará el tema a la mesa del Comando Unificado de Seguridad, donde participan todas las fuerzas del orden, para definir medidas preventivas en eventos deportivos.

En la reunión también se sugirió reforzar las campañas de concientización sobre el uso de pirotecnia y aplicar sanciones más estrictas a quienes infrinjan la ordenanza vigente que prohíbe la pirotecnia sonora. Incluso, se planteó la posibilidad de modificar la normativa para que los clubes sean responsables de las acciones de sus hinchas fuera del estadio. La Policía, por su parte, propuso implementar medidas más severas, como el secuestro de banderas e instrumentos musicales, en caso de no lograr un cambio de conducta.

En diálogo con medios periodísticos, el secretario de Gobierno y Modernización, Germán Bottero, destacó la necesidad de abordar este problema de manera integral. «Venimos convocados por la gente de la vecinal del barrio Ilolay por el tema pirotecnia. Los últimos partidos de Ben Hur y su ascenso generaron una gran expectativa en los hinchas y, más allá del merecido festejo, está toda la otra parte de pirotecnia y cierto uso del espacio público que no se hizo de la mejor manera», afirmó el funcionario.

Bottero subrayó que, si bien el problema ha cobrado notoriedad con los últimos festejos de Ben Hur, no es exclusivo de este club. «Nos ha pasado con otros clubes de Rafaela, como Ferro, Atlético, 9 de Julio y Peñarol. A veces el hincha malentiende que tirando más cohetes y haciendo más ruido va a ayudar mejor a su club, pero eso genera un malestar en los vecinos, en los animales, en los niños y en los adultos mayores», explicó.

La problemática cobra mayor relevancia a pocos días del inicio de un nuevo torneo, donde tres equipos de la ciudad competirán en la misma categoría, lo que podría intensificar estas situaciones. «Vamos a trabajar con la Liga Rafaelina de Fútbol para que se involucre en esta temática y también con los clubes cuyos hinchas puedan estar generando mayores inconvenientes», adelantó Bottero. También resaltó la importancia de los operativos preventivos coordinados por el Comando Unificado, que integra a la Policía, la GUR y Protección Vial.

Una de las dificultades que enfrentan las autoridades es identificar a los responsables directos del uso de pirotecnia. «La ordenanza sanciona al responsable, pero a veces es muy difícil detectar quién tiró la pirotecnia. Lo que se esbozó en la reunión es analizar qué responsabilidad tienen los clubes, porque estamos hablando de hinchas de un club en las inmediaciones de un estadio», precisó Bottero.

El secretario de Gobierno también aclaró que, si bien el uso de pirotecnia en las afueras del estadio es considerado una contravención municipal sancionada con multa, si se produjera dentro del recinto, podría implicar sanciones más severas, como la clausura del estadio, en el marco de la Ley de Espectáculos Deportivos.

En cuanto a los próximos pasos, las autoridades planean reforzar los operativos de control en los días de partido y adelantarlos para prevenir desmanes. «Hacer un asado en un cantero no es algo que deba suceder. Vamos a tratar de que los operativos sean más preventivos y que empiecen antes», concluyó Bottero.

La búsqueda de un equilibrio entre la pasión futbolística y el respeto a la convivencia barrial parece ser el desafío principal. Si bien el diálogo se presenta como la vía preferida, las autoridades no descartan implementar medidas más rigurosas si los problemas persisten. El debate, así planteado, también invita a reflexionar sobre cómo se celebran las pasiones deportivas y de qué manera pueden convivir armónicamente con la vida cotidiana de los vecinos.

 

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