En medio de una espera llena de desafíos burocráticos, la obra del Crematorio y Cochería Rafaela (CCR) parece finalmente estar acercándose a su desenlace. Hablamos con Claudio Vivas, socio gerente del proyecto, para conocer sobre los tiempos y desafíos que han enfrentado hasta ahora.

Los murmullos y el desconcierto que rodean la Municipalidad y el Concejo de Rafaela han generado demoras en el proceso para la habilitación del CCR. Los tiempos burocráticos son  lentos, explicó Vivas, subrayando la naturaleza compleja de las gestiones administrativas. Actualmente, solo falta la firma del Intendente, Luis Castellano, para que la unidad pueda comenzar a operar después de haber estado en espera durante un período considerable.

Una parte fundamental de este proceso ha sido la reciente aprobación de una ordenanza que establece las pautas para los emprendimientos vinculados con el servicio de crematorio en la ciudad. Esta legislación, aprobada por unanimidad en el Concejo Municipal el pasado agosto, representa un paso crucial hacia la regulación efectiva de estos servicios en la ciudad.

A pesar de los obstáculos, el equipo del CCR se mantiene con expectativas. Con la firma pendiente del intendente, la comunidad de Rafaela está cada vez más cerca de contar con este servicio tan necesario y esperado.