El mundo Atlético se movilizó en las últimas horas a raíz de la decisión tomada por la dirigencia de que el equipo de Fútbol Femenino no forme parte de la Primera B. El argumento radica en la falta de presupuesto para afrontar la competencia. Las jugadoras se enteraron por redes sociales y muchos hinchas expresaron su disconformismo con la situación.

Sin dudas que el 2023 quedó en la historia grande para el fútbol femenino de «La crema». El ascenso conseguido a la Primera B fue el máximo logro de la disciplina y el sueño de participar en una categoría superior se había cristalizado.

Sin embargo, todo quedó en la nada luego de que la dirigencia albiceleste decidiera, por motivos económicos, que el club no juegue en la Primera B. Los argumentos pasan por la falta de sponsoreo, la casi nula recaudación por venta de entradas y sobre todo, el alto incremento en los costos de logística, es decir, viajes y hospedaje cuando el equipo juega en condición de visitante. El déficit mensual rondaría los 4 millones de pesos.

A pesar de que la decisión ya fue comunicada oficialmente, los dirigentes  dejaron abierta la posibilidad de que se pueda revertir, en caso de que algún sponsor se acerque a la institución con la intención de aportar los recursos necesarios para que el equipo pueda competir. Ramarcaron que se intentó hasta último momento conseguir los fondos.

Por su parte, las jugadoras comenzaron una colecta vía redes sociales para ayudar a alcanzar el objetivo presupuestario. El apoyo hacia las chicas de parte de los hinchas fue masivo, tanto en comentarios como en la difusión del comunicado.

Tan cierto es esto, como la poca concurrencia a los partidos disputados la temporada pasada, algo que claramente no fue beneficioso para las chicas y la institución.

Al margen de los argumentos esgrimidos por el club, lo que causó malestar fueron las formas en la que se dio a conocer la noticia, mediante un comunicado y sin avisarles a las protagonistas, más allá del encuentro con la delegada de la disciplina. Además, el equipo viene realizando la pretemporada desde hace un mes e incluso llegaron a Rafaela jugadoras oriundas de diferentes localidades, causando un problema aún mayor.

En las próximas horas está prevista una reunión entre las partes implicadas para ver de que manera se puede encontrar una solución.

A pesar de querer participar en una categoría superior, la situación económica complicó lo planificado. El esfuerzo del plantel para lograr el ascenso la temporada pasada merecía otro desenlace.