8 de marzo: Día Internacional de la Mujer

Establecido en 1977 por la Asamblea de la ONU, esta jornada invita a conmemorar la lucha de las mujeres por la obtención de derechos y la igualdad de oportunidades.

En 1977, la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. Esta fecha en particular fue elegida como homenaje a las 129 obreras textiles de la fábrica Cotton de Nueva York, Estados Unidos, que fallecieron en un incendio mientras realizaban una huelga por mejores condiciones laborales, en 1857.
Algunos antecedentes destacados
Aunque la ONU estableció la mencionada fecha en 1977, las mujeres del mundo se venían manifestando por sus derechos desde mucho antes. Así, “cuando las mujeres de todos los continentes, a menudo separadas por fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas, se unen en este día, pueden contemplar una tradición de no menos de noventa años de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo”.
Por ejemplo, en Estados Unidos, en 1848, Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott congregaron a cientos de personas en la primera convención nacional por los derechos de las mujeres, en la ciudad de Nueva York. Luego, el 28 de febrero de 1909, tuvo lugar el primer Día Nacional de la Mujer, una tradición que se mantuvo el último domingo de febrero hasta 1913.
Mientras tanto, en Copenhague (Dinamarca), en 1910, se concretó la  Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, de la que participaron referentes de 17 países. En ese marco, decidieron llevar adelante una jornada anual de la mujer, para reforzar la lucha por obtener el sufragio femenino universal.
Al año siguiente, se conmemoró por primera vez el Día Internacional de la Mujer, en numerosos países europeos y en Estados Unidos. Por entonces, la fecha elegida fue el 19 de marzo, recordando la Revolución de 1848 y de la Comuna de París. Las mujeres demandaron su derecho de votar y a ocupar cargos públicos, y pidieron por su derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
En 1913, y en el marco de los movimientos pacifistas que surgieron en vísperas de la Primera Guerra Mundial, mujeres rusas conmemoraron su primer Día Internacional de la Mujer, el último domingo de febrero, a través de mitines clandestinos. En 1914, mujeres del resto de Europa organizaron reuniones en torno al 8 de marzo para protestar por la guerra o para solidarizarse con el resto de sus pares. El 15 de abril de 1915, en La Haya (Países Bajos) se realizó una gran reunión que convocó a más 1300 mujeres provenientes de 12 países, en protesta por los estragos ocasionados por la Guerra. En 1917, las mujeres rusas se alzaron ante las más de dos millones de bajas de soldados de su país, con una huelga en demanda de “pan y paz”. El hecho se produjo el 23 de febrero, según el calendario juliano utilizado entonces en Rusia, o el 8 de marzo, según el calendario gregoriano utilizado en otros países, y obligó al Zar a abdicar. El gobierno provisional que lo sucedió otorgó a las mujeres el derecho al voto.
La consolidación del Día Internacional de la Mujer
Tras la Segunda Guerra Mundial, el 8 de marzo comenzó a tomar protagonismo en muchos países. En 1975 la ONU celebró el Día Internacional de la Mujer por primera vez en esa fecha, que se oficializó mediante la Asamblea de 1977.
A partir de allí, la ONU y sus agencias “han trabajado en la lucha de género de manera incansable. Los grandes resultados y propuestas se materializaron en 1995 con la aprobación de la Declaración y la Plataforma de Beijing, una hoja de ruta histórica firmada por 189 gobiernos (…), que establece la agenda para la materialización de los derechos de las mujeres; y en 2015 con la inclusión del objetivo 5 en los ODS”, el cual hace referencia a la igualdad de género.
“Para TODAS las mujeres y niñas: Derechos. Igualdad. Empoderamiento”, el lema de 2025
En su sitio web, la ONU explica que “el tema de este año reivindica ampliar la igualdad de derechos, el poder y las oportunidades para todas, con un futuro feminista en el que no se deje a nadie atrás. El empoderamiento de la próxima generación es el núcleo de esta idea, ya que la juventud, en especial las mujeres jóvenes y las niñas adolescentes, serán las protagonistas de cambios duraderos en el futuro”.
En este sentido, la entidad invita especialmente a los medios, los gobiernos, los líderes de empresas y comunitarios, la sociedad civil y a la juventud a involucrarse, para “ser la generación que cierre la brecha y alcance la igualdad de género”.
La conmemoración de este año se enmarca, asimismo, en el 30º aniversario de la ya mencionada Declaración y Plataforma de Acción de Beijing. “Este documento sigue siendo el plan de acción más progresista y avalado para el avance de los derechos de las mujeres y niñas en todo el mundo. Esta Plataforma sienta las bases para las políticas, los programas y la inversión que tienen efecto en áreas clave de nuestras vidas, como la educación, la salud, la paz, los medios, la participación política, el empoderamiento económico y la eliminación de la violencia contra las mujeres y niñas. Atender estos problemas y las prioridades que surgen en relación con la justicia climática y el poder de las tecnologías digitales es urgente, ya que nos encontramos a solo cinco años del plazo establecido para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Al mismo tiempo, la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing cumple 30 años en un panorama de creciente inseguridad y crisis acumuladas, que genera cada vez más desconfianza en la democracia y reduce la participación cívica. Solo en el último año, 612 millones de mujeres y niñas vivieron en la realidad brutal del conflicto armado, lo que representó un preocupante aumento del 50 por ciento en una década.”
Así, esta campaña trabaja sobre tres ejes principales:
  • el fomento de un “amplio rango de derechos humanos de las mujeres y niñas frente a toda forma de violencia, discriminación y explotación”;
  • la promoción de la igualdad de género, bajo la premisa de “afrontar barreras sistémicas, desmantelar el patriarcado, transformar las desigualdades arraigadas y elevar las voces de las mujeres y niñas marginadas, incluidas las jóvenes, para garantizar la inclusión y el empoderamiento”; y
  • el impulso del empoderamiento, garantizando “el acceso inclusivo a la educación, el empleo, el liderazgo y los espacios de toma de decisiones para redefinir las estructuras de poder” y priorizando “el acceso a oportunidades para niñas y mujeres jóvenes, de modo que puedan liderar e innovar”.
Fuente: ONU.
Fuente: Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región

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